Débiles cifras económicas de China desplomaron las bolsas y los precios del petróleo
Lo que falta no es liquidez, sino confianza de empresarios y consumidores, afirma experto
Jueves 12 de agosto de 2010, p. 27
Washington, 11 de agosto. Estados Unidos no es inmune a las desaceleraciones económicas que aparezcan en otras regiones del mundo, reconoció este miércoles la Casa Blanca, luego de que China reportó débiles cifras económicas y en referencia al sombrío panorama de la economía estadunidense que dibujó la Reserva Federal (Fed) en la sesión previa.
Estados Unidos es destino de 85 por ciento de las exportaciones mexicanas, por lo que una menor actividad en el país afecta directamente la producción manufacturera en el vecino sureño, cuya recuperación después de la contracción económica de 2009 se ha sustentado hasta ahora en sus ventas externas de productos manufacturados.
El portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, se refirió al tema en medio de una fuerte caída en las bolsas del mundo, después de que China reportó una producción fabril menor a la esperada y en medio de renovados temores a una desaceleración económica tanto en ese país como en Estados Unidos.
China reportó una baja en la producción fabril, lo que se sumó a un dato de menor crecimiento de las exportaciones, con lo que se completó un cuadro de débil demanda doméstica.
En la víspera, la Fed anunció que reanudaría algunas medidas de apoyo para la economía, al reconocer que la recuperación de la producción y del empleo se desaceleró
. La entidad monetaria adelantó que comenzará a reinvertir los ingresos obtenidos por el vencimiento de sus valores de deuda hipotecaria en bonos del Tesoro a largo plazo, en un esfuerzo por apuntalar la tambaleante recuperación.
Estamos atentos a lo que está pasando alrededor del mundo
, dijo Gibbs en la rueda de prensa diaria de la casa presidencial.
El portavoz reiteró la visión del gobierno de que la desaceleración en el crecimiento económico estadunidense en el segundo trimestre, reportada la semana pasada, fue en parte consecuencia de la reciente crisis de deuda en Europa.
Consultado sobre si China está cerca de convertirse en un problema para la economía estadunidense, Gibbs indicó que al vivir en una vasta economía global que forman nuestra economía o las economías del mundo, no somos inmunes a las desaceleraciones que puedan comenzar en otras partes del mundo
. El vocero añadió que el presidente Barack Obama y sus principales asesores económicos están evaluando maneras de asegurar que la recuperación del país se mantenga en marcha.
Ante la preocupación por la situación económica en Estados Unidos, las principales bolsas mundiales cayeron. La bolsa de Nueva York terminó en fuerte baja, volviendo a sus niveles de fines de julio: el Dow Jones perdió 2.49 por ciento, y el Nasdaq, 3.01 por ciento.
El mercado siente que no es la Fed la que puede acelerar la economía, lo que hace falta no es liquidez, sino la confianza de los empresarios, la confianza de los consumidores, y además se constata que los bancos no prestan dinero
, explicó Gregori Volokhin, de Meeschaert New York.
Las malas noticias impactaron también a las plazas latinoamericanas, en la Bolsa Mexicana de Valores el índice de precios y cotizaciones (IPC) perdió 1.92 por ciento a 32 mil 58 puntos, su peor caída desde el 29 de junio, cuando descendió 3.36 por ciento. A su vez, el peso retrocedió 11 centavos ante el dólar, que se vendió en 12.88 unidades por billete verde en operaciones bancarias, frente a los 12.77 del martes.
La bolsa de Sao Paulo perdió 2.13 por ciento, Buenos Aires, 2.21, y Santiago, 2.10.
En Europa las pérdidas las encabezó la bolsa de Madrid, al ceder 3.21 por ciento y situarse en 10 mil 374.8 puntos; París también sufrió una fuerte baja de 2.74 por ciento; Londres, 2.44, y Francfort, 2.01; antes la bolsa de Tokio había perdido 2.70 por ciento.
La incertidumbre afectó también los precios del petróleo que registraron su mayor baja en seis semanas. El crudo estadunidense para entrega en septiembre perdió 2.23 dólares, para cerrar a 78.02 dólares el barril; el Brent de Londres retrocedió 1.96 dólares, a 77.64 dólares, mientras la mezcla mexicana de exportación cedió 2.03 dólares, al cerrar en 70.90 dólares por barril.