Un diagnóstico de las problemáticas de los jóvenes en la ciudad de México advierte que la pobreza afecta a 62 por ciento de esa población. De ese porcentaje, 12 por ciento afrontan condiciones de pobreza extrema, 14 por ciento son muy pobres y 36 por ciento son pobres moderados, lo que los condena a abandonar sus estudios y propicia que se conviertan en padres muy tempranamente y se dediquen a actividades domésticas o empleos inestables.

La evaluación, producto de un proceso de investigación realizado por Iniciativas para la Identidad y la Inclusión AC, con base en la convocatoria 001/2009 del Consejo de Evaluación del Desarrollo Social del Distrto Federal, fue coordinada por el maestro Héctor Morales. El informe señala que, en 2008, 47 por ciento de las y los jóvenes (de 15 a 29 años de edad) se dedicaron a trabajar, 31 por ciento a estudiar, 14 por ciento a quehaceres del hogar, 5 por ciento buscaron trabajo y el dos por ciento se encontraba en otra condición de ocupación.

Añade que los jóvenes que trabajan o se dedican a quehaceres domésticos corresponden a estratos socioeconómicos bajos, que también afrontan desde temprano la necesidad de interrumpir sus estudios e incorporarse a mercados laborales poco estructurados e inestables y reportan la mayor incidencia de maternidad adolescente.

Discriminación a estudiantes

Entre las problemáticas de esta población joven existe la discriminación contra estudiantes, sobre todo en razón de su apariencia, forma de vestir, su condición económica y forma de hablar, entre otros motivos.

Advierte que la mortalidad de jóvenes es 4.4 por ciento del total de las defunciones en la ciudad. “No obstante, son altas las muertes motivadas por causas como accidentes, tumores, homicidios y suicidios. Entre las mujeres aumentan los fallecimientos causados por complicaciones durante el embarazo, parto y puerperio. Respecto de la morbilidad, cobran relevancia las enfermedades transmisibles (VIH/sida) y por causas externas asociadas al consumo de alcohol y drogas.

Las familias de origen no necesariamente favorecen la constitución libre y autónoma de proyectos de vida suficientes y sostenibles para las y los jóvenes. Subsisten modelos de relación familiar que subordinan los intereses de las nuevas generaciones y prolongan su dependencia del núcleo familiar. Los jóvenes en general posponen, por la precariedad laboral y los costos de la vivienda, su independencia del hogar.

Más de 50 por ciento de los presos del DF tienen entre 18 y 30 años de edad, principalmente acusados de robo, cuyo monto no rebasa 700 pesos.

Además del programa Prepa Sí, se propone que el gobierno local convoque a los poderes Legislativo y Judicial, delegaciones y centros de investigación a discutir las políticas y emitir el plan estratégico para el desarrollo integral de la juventud.