Nuevo Grupo Aeronáutico (NGA) acordó que sobrecargos y pilotos tengan participación accionaria en las cinco empresas que lo integran, entre ellas Mexicana, Click y Link, y el porcentaje dependerá de las aportaciones que se hagan a través de los contratos colectivos de trabajo. Empresarios y trabajadores se darán a la tarea de buscar inversionistas interesados en sacar a Mexicana de la delicada situación financiera en la que se encuentra, y al mismo tiempo los dueños de la empresa encabezados por Gastón Azcárraga se comprometieron a reducir su participación accionaria con la intención de preservar los 8 mil empleos de la compañía.

La situación de Compañía Mexicana de Aviación (CMA) es resultado de la falta de una política aeronáutica, coincidieron los especialistas Héctor Moreno y José Luis de la Cruz, del Tecnológico de Monterrey, y el diputado Jesús Ramírez Stabros.

Afirmaron que el sector no se ha manejado como un asunto de seguridad nacional, sino por los intereses de mercado o para beneficio de seudoempresarios que desconocen estas actividades. La política aeronáutica de este sexenio ha permitido la desaparición de siete aerolíneas, y con ello se dejó abierto el negocio a unos cuantos, que hoy dominan como Aeroméxico, Mexicana, Interjet y Volaris.

Para ser un mal negocio, Mexicana se ubica en el lugar 67 de la lista de las 500 empresas más importantes de México, según la revista Expansión. Durante 2009 logró ventas por 49 mil 156 millones de pesos. Le sigue Aeroméxico, con ventas de 24 mil 356 millones. Conforme a datos de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), hasta junio Grupo Mexicana se ubicó en el primer sitio en transportación de pasajeros con 389 mil 400, 20 por ciento más que Aeroméxico.

Hasta junio pasado Mexicana era la empresa nacional que controlaba 32 por ciento del mercado doméstico y tenía 64.9 por ciento de participación en el mercado internacional de pasajeros, seguida por Aeroméxico, Volaris, Vivaaerobus y Aeromar.

Avances

Ayer se observaron los primeros avances para evitar que CMA se vaya a pique. El NGA llegó a tres acuerdos básicos con pilotos y sobrecargos. El primero consiste en que los integrantes de la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores (ASPA) y los de la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación (ASSA) se convertirán en accionistas de Compañía Mexicana de Aviación, Click, Link, Mexicana Loyalti y MexicanaMRO, y otras empresas que integran el grupo.

El segundo acuerdo consiste en que empresarios y sindicatos buscarán a inversionistas interesados en entrar a capitalizar la empresa con intención de hacerla viable en lo financiero.

Por último, los empresarios se comprometieron a diluir su participación accionaria en la medida que sea necesario, a fin de salvar a Mexicana y preservar más de 8 mil empleos.

En una circular el director general de CMA, Manuel Borja Chico, se dirigió a los trabajadores –a quienes hace días había señalado como los principales responsables de la grave situación financiera de la empresa–, para decirles que los directivos están conscientes de que están realizando un esfuerzo sin precedentes, pero no habló de pagar salarios.

Ausencia de política aeronáutica

El 5 de mayo pasado el subsecretario de Transporte, Humberto Treviño Landois, dijo que a más tardar a fin de año se dará a conocer la nueva política aeronáutica del país. Para Héctor Moreno, José Luis de la Cruz y Jesús Ramírez Strabros dicha política no existe porque, puntualizó el diputado, la tecnocracia no ha querido ver la aviación como un asunto de seguridad nacional sino como interés de un privado.

De la Cruz señaló que la ausencia de política aeronáutica lleva al menos 30 años, a lo largo de los cuales no se ha constituido un sector público preocupado por desarrollar una actividad que responda con eficiencia. Por el contrario, se ha focalizado en beneficiar a grupos ajenos a la industria.

Héctor Moreno aseguró que de ninguna manera Mexicana es mal negocio; el problema es que quienes la dirigen no tuvieron un plan financiero ni previsión de riesgos, porque la influenza no es capaz de echar abajo una empresa de ese tamaño.

Con el cielo abierto

En diciembre de 2005 Mexicana pasó a manos de Gastón Azcárraga. A partir de 2006, con la nueva administración el cielo se fue despejando para Mexicana, Aeroméxico y sus filiales, así como para las aerolíneas de bajo costo Volaris e Interjet que poco a poco se hicieron de los espacios de líneas como Aerocalifornia y Aviacsa en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM).

El cielo se despejó porque durante este sexenio han desaparecido siete aerolíneas, algunas por el entorno económico o los aumentos al precio del combustible, pero sobre todo por la política de la SCT de hacer limpieza para que las que tenían deudas se pusieran al corriente.