Martes 10 de agosto de 2010, p. 38
Madrid, 9 de agosto. Agentes de la Policía Nacional española desarticularon una red internacional dedicada a la explotación sexual de mujeres procedentes de países del este europeo y detuvieron a 11 personas implicadas.
De acuerdo con un comunicado, las jóvenes estaban obligadas a permanecer al menos 21 días en los burdeles asignados, donde vivían hacinadas junto a otras compañeras y disponibles
las 24 horas del día.
Aseguró que la intervención policial impidió la apertura de dos nuevos prostíbulos en Madrid y en Barcelona.
La investigación se inició en junio de 2009 a partir de informaciones facilitadas por las autoridades rusas por medio de los canales habituales de cooperación policial internacional. Los agentes rusos informaron de la existencia de una organización trasnacional dedicada al tráfico de mujeres para explotarlas sexualmente en España, concretamente en Tenerife, isla española frente a las costas de África.
Las primeras pesquisas realizadas por los agentes españoles determinaron que no actuaban únicamente en esta isla y que el grupo extendía su actividad delictiva a las provincias de Barcelona y Tarragona.
La organización investigada contaba con una estructura diferenciada compuesta por varias secciones.