Martes 3 de agosto de 2010, p. 38
Una docena de organizaciones civiles y de defensa de los derechos humanos demandaron que se investigue la muerte de la niña, Flora Jacinto Vázquez, de cuatro años, aparentemente por envenenamiento
debido al agua que ingería en el campo agrícola de San Ramón, en Sonora, donde trabajaban sus padres.
Las organizaciones destacan que debido a la falta de recursos económicos y de papeles oficiales, el cuerpo de la menor tuvo que permanecer cinco días en una funeraria de Hermosillo, Sonora, hasta que Fonda Na savi agilizó el traslado a su lugar de origen en Guerrero.
En años recientes se han documentado diferentes violaciones a los derechos de la infancia en diferentes campos agrícolas del país. En enero de 2009, Ángela, de 10 años, perdió el brazo izquierdo cuando limpiaba ejotes, en el valle de Culiacán; Ismael de los Santos Barrera, originario de Tlapa, Guerrero, de un año 8 meses, falleció el 7 de febrero de 2008 aplastado por las llantas de un camión, entre otros casos.