Vecinos de Álvaro Obregón, Magdalena Contreras y Cuajimalpa crearon un frente de apoyo vecinal a la supervía, al considerar que su construcción es impostergable ante la necesidad de nuevas vialidades que eliminen las congestiones que ocurren diariamente en esas demarcaciones, ya que el proyecto fue modificado para evitar mayores daños sociales y ambientales.

En conferencia, Óscar Araiza y José Eduardo Pascual señalaron que cuando existe una iniciativa que atiende los problemas de movilidad, nunca faltan personas ajenas e intereses políticos que quieran hacer su bandera del sabotaje de un proyecto tan importante para la región. La mezquindad de la política y la política del no sin argumentos, por desgracia, es uno de los signos de este tiempo.

La semana pasada, dijeron, se presentó al jefe de Gobierno una propuesta para crear teleféricos y estacionamientos de transferencia, para que los vecinos del poniente puedan trasladarse hacia Santa Fe en cuestión de minutos. Este viernes conocerán su respuesta.

Recordaron que estaban en contra de la supervía por los daños sociales y ambientales que traería el trazo original, pero se modificó y minimizaron las afectaciones, además de que habrá múltiples beneficios para la comunidad. Así que ahora el gobierno obtiene un sí condicionado al respeto de los acuerdos.

Mientras, la Asociación de Colonos de Santa Fe exigió no frenar las obras por una minoría, cuando de ello depende el traslado de 220 mil personas diarias a esta zona de la ciudad.