El deporte mexicano, con 133 oros, se proclamó monarca de la edición 21 de los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Mayagüez, quedó cerca del mínimo de 138 y lejos de las 145 medallas doradas previstas, al perder títulos en disciplinas históricas y debió repuntar gracias a otras, algunas que no son olímpicas, aunque suficientes para darle el título.

Pese al bajo nivel deportivo de la justa y la ausencia de Cuba, los mexicanos debieron batallar casi hasta el final para ubicarse en la cima del medallero que lideró Venezuela por más de una semana, mientras Colombia, República Dominicana y Puerto Rico peleaban por el tercero, cuarto y quinto sitios.

México se coronó por el espíritu, la entrega y el coraje de sus representantes, aunque hubo algunos que dejaron escapar metales importantes en atletismo, boliche, canotaje, ciclismo (pista y ruta), ecuestre, natación, taekwondo, pruebas en las que fueron superados por jamaiquinos, venezolanos, colombianos y hasta guatemaltecos, quienes han elevado su calidad deportiva con bajos presupuestos, incomparable con los más de 3 mil millones de pesos que la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade) recibió este año.

Tan sólo tiro con arco (recurvo y compuesto, este último no es prueba olímpica), tiro deportivo y remo aportaron a la delegación 76 metales, de los cuales 41 fueron de oro, 22 de plata y 13 de bronce.

Clavados arrasó

Clavados no defraudó y ganó los ocho títulos, al igual que triatlón, que arrasó con seis, mientras canotaje sumó 12 en total, con seis doradas y perdió varias finales, mientras natación y tenis, que dominaban el área, fueron vapuleados por Venezuela, Jamaica, Guatemala, Puerto Rico y Bahamas.

Tres deportes no olímpicos, karate do, que ocupó la segunda posición, con 11 medallas (4-4-3); racquetbol, campeón de su certamen con ocho metales (6-1-1), y squash (5-1-1), que también se coronó, representaron un gran respiro para el tricolor.

En cambio, levantamiento de pesas, con un tercer sitio, generó 15, con cuatro doradas, tres de ellas de Carolina Valencia, en 48 kilogramos. A Cinthya Domínguez (69) le retiraron dos de plata por salir dopada en la justa boricua.

Hubo medallas valiosas, pero también se ganaron otras de menor peso, ya que hubo disciplinas con dos, tres y cuatro países en lid, y en algunas México perdió el oro, como en basquetbol, balonmano, beisbol, ciclismo BMX y de montaña, esquí náutico, rugby y softbol.

Este sábado, en la última participación de mexicanos en la cita mesoamericana, se cosecharon 11 medallas más. El abanderado y campeón mundial juvenil Óscar Valdez conquistó la dorada en la división de 57 kilogramos, al derrotar 15 puntos por 4 al guatemalteco Juan Reyes, por lo que el boxeo cerró con 1-1-3.

En nado sincronizado las mexicanas se ciñeron el título del torneo, al obtener la séptima áurea en la rutina libre por equipos, prueba que dominaron, con 87.8125 puntos, por encima de colombianas (84.7500) y Venezuela (83.2625), plata y bronce, de manera respectiva.

La nadadora Nuria Diosdado se convirtió en la máxima ganadora de metales de la disciplina, ya que con la medalla por equipos se colgó seis oros en total, tras los obtenidos en las dos pruebas individuales de rutina técnica y libre, las dos de parejas en ambas modalidades y combinado, seguida de su compañera Isabel Delgado, quien alcanzó cinco primeros lugares.

Las siete medallas del llamado ballet acuático significan una actuación histórica en estos certámenes, desde su aparición en Medellín 1978, para superar lo realizado en San Salvador 2002, cuando el máximo de coronas fue de tres y en cuya edición tampoco participó Cuba.

Otra áurea se logró en hockey varonil, al imponerse México 3-2 a Trinidad y Tobago, mientras que tenis siguió a la baja con la derrota de Daniel Garza en la final de singles ante el dominicano Víctor Estrella, por 7-6 y 6-1, y Alejandra Ganillo se quedó con el tercer puesto.

El polo acuático varonil obtuvo el bronce, tras vencer 9-7 a los anfitriones, y en patinaje artístico se capturaron una plata, con Juan Padilla, y cuatro terceros lugares, de Orlando García y Ximena García (tres preseas), respectivamente.