Aunque en la Federación Mexicana de Futbol dejaron muy en claro que Enrique Meza solamente dirigirá el partido amistoso contra España, el técnico del Cruz Azul señaló ayer que no se descarta para ser el nuevo entrenador del Tricolor, pero tampoco me ando ofreciendo.

También dijo que, con todo y el clamor popular que considera una vacilada de los directivos de la federación los interinatos en la selección, a él lo eligieron y se siente halagado.

Puntualizó que el futbol me ha dado muchísimo y que esta oportunidad me cayó del cielo.

Recordó que en su anterior paso por el Tri salió apaleado “y los señores de los diablitos en el aeropuerto –cuando regresó de Honduras con una derrota– me gritaban lárgate hijo de la quien sabe qué”. Sin embargo, fui feliz, me dejó una gran experiencia ser el entrenador nacional.

Interrogado en la conferencia de prensa de ayer en La Noria sobre si no era muy arriesgado tomar en estas condiciones a la selección, indicó que él es gente de riesgo. Siempre remo contra la corriente. Todo mundo me dice que me va a ir mal por esto y esto o porque tengo los ojos chiquitos, pero siempre pienso que me irá bien.

En lo que no está de acuerdo es en que se hable de un homenaje: Es un compromiso de la selección, tuvieron la amabilidad de llamarme y acepté, pero no es un reconocimiento porque todavía estoy trabajando. Eso se hace cuando se retira uno, y tampoco me he muerto.

Meza informó que la próxima semana entregará su lista de aproximadamente 20 jugadores convocados, pero rechazó que lo haga considerando que elementos como Cuauhtémoc Blanco u Óscar Conejo Pérez deseen despedirse en el duelo contra la furia roja.

Tampoco hará un equipo de amigos, a pesar de que tengo un montón. Busca formar un cuadro competitivo, en el que no tendrán cabida los no nacidos en México. Precisó que aunque uno de sus grandes amigos es Sinha, a él nunca le gustó la idea de tener naturalizados en la selección.