En el Distrito Federal no habrá impunidad y se impedirá, a como dé lugar, que sigan ocurriendo ejecuciones o cuando menos contenerlas, afirmó el jefe de Gobierno del DF, Marcelo Ebrard Casaubon.

Al preguntarle sobre los ocho asesinatos ocurridos entre la madrugada del martes y la noche del miércoles, el mandatario respondió: “los señores que ayer vinieron a mi ciudad a hacer lo que hicieron en una pizzería (en Coyoacán), pues no se la van a acabar, cueste lo que nos cueste, igual a los otros (de Venustiano Carranza).

“Lo que ellos no saben –agregó– es que los tenemos filmados, entonces, quiere decir que vienen de un estado donde no hay cámaras, supongo.”

El jefe de Gobierno sentenció que en el Distrito Federal sí se van a investigar estos asesinatos. “Que no se diga que es una ejecución de narcos y entonces nadie investiga.”

En torno al homicidio de cuatro personas en una pizzería ubicada en la colonia Pedregal de Santa Úrsula, en Coyoacán, las investigaciones de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) apuntan a que se trató una venganza entre familias originarias de Petatlán, Guerrero.

Autoridades de la dependencia señalaron que al parecer el multihomicidio fue en respuesta a un asesinato ocurrido hace un año en el citado municipio guerrerense, en el que presuntamente está relacionado Victorino Castro Arroyo, propietario del establecimiento, y una de las víctimas de los hechos ocurridos la noche del miércoles.

Junto con Castro Arroyo, de 29 años, fueron encontrados muertos su esposa Rosa Elena Silva González, de 26 años; su primo Alberto Castro Sánchez, de 28, y un supuesto empleado identificado como David Santibáñez García, de 24, cuyos cuerpos estaban en el área de cocina del pequeño restaurante denominado Pizzas Danny, con impactos de bala en la cabeza.

Las fuentes consultadas señalaron que hay un testigo a quien ya se toma declaración, mientras los cadáveres fueron identificados por la madre de Rosa Elena Silva, quien minutos antes de la agresión se encontraba en el establecimiento comercial.

En su declaración ministerial, la mujer relató que la pareja y Alberto Castro son originarios de Petatlán, Guerrero, donde sostenían una fuerte rivalidad con otra familia, y en diversas se habían agredido unos a otros. Luego del homicidio, del que se acusó a Victorino Castro, decidieron refugiarse en el Distrito Federal. Las autoridades presumen que los agresores fueron contratados para ejecutar a estas personas.

Según las primeras indagatorias, alrededor de las 21 horas del miércoles cinco personas, al parecer también de la sierra de Guerrero, ingresaron al local, ubicado en la calle de San Jorge casi esquina con Santo Tomás. Incluso ordenaron comida, y aprovecharon el momento en que la preparaban para disparar contra las víctimas y después huir en al menos dos vehículos.

Las autoridades trabajan en la localización de los responsables del multihomicidio, quienes fueron videograbados por una cámara de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal en la que se registra el momento en que entran y salen los presuntos agresores.