El presidente Felipe Calderón dejó en manos del secretario de Hacienda, Ernesto Cordero, la presidencia del nuevo Consejo de Estabilidad del Sistema Financiero, cuya responsabilidad será identificar riesgos y reducir la posibilidad de una crisis económica.

Antes de que el mandatario federal firmara el decreto que constituye dicho organismo, Agustín Carstens, gobernador del Banco de México y antecesor de Cordero en Hacienda, aceptó gustoso formar parte del mismo, porque dijo que será respetuoso de nuestra autonomía.

El consejo, similar al que se instaló en Estados Unidos recientemente y que generó dudas sobre la distancia que mantendrá del Ejecutivo al estar presidido por el secretario del Tesoro, tendrá la obligación de enviar un informe anual sobre la estabilidad financiera del país a las comisiones de Hacienda del Congreso, así como estudios efectuados al respecto.

Además será un órgano de consulta del Ejecutivo para dotarlo de mayores herramientas que le permitan tomar decisiones oportunas sobre la estabilidad financiera del país, explicó el propio Calderón.

Está integrado también por representantes de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas, la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro y el Instituto para la Protección del Ahorro Bancario. 

En una ceremonia que reunió en la residencia de Los Pinos a la plana mayor del sector financiero del país, Calderón reiteró su visión de que en México estamos en la vía de despegue de la recuperación económica después de haber sufrido en carne propia los efectos devastadores de la crisis de 2009.

Declaró que nos duelen las pérdidas de empleos y la disminución de la calidad de vida de los mexicanos provocadas por estas turbulencias, pero celebró que el sistema financiero no se vio afectado.

Elogió, sin mencionarlo por su nombre, al gobierno de Ernesto Zedillo por haber creado a mediados de los años 90 un entramado institucional y regulatorio robusto, el cual evitó que en esta crisis el sistema financiero se convirtiera en parte del problema para ser parte de la solución.

Para reforzar estas medidas y poner en sintonía a México con otros países, anunció que el nuevo consejo permitirá la coordinación y el intercambio de información entre autoridades financieras del país, lo que permitirá actuar con mayor rapidez y precisión cuando se detecten riesgos para el sistema financiero como los registrados con especial virulencia en otros países.

Cordero anuncia más medidas para regular bancos

El titular de Hacienda, uno de los tres oradores en el acto, prometió que en la agenda del consejo incluirá un análisis para identificar, medir y prevenir los principales riesgos del sistema financiero.

Cordero anunció ayer que Hacienda complementará esta medida con la publicación de reglas para los bancos. Una de éstas permitirá disminuir gradualmente de 50 a 25 por ciento el monto máximo que una institución de crédito puede prestar a personas relacionadas relevantes, o sea, a sus matrices, en el caso de bancos con capital extranjero, y al grupo de control, en relación con el banco con capital mexicano.

Aunque en sus intervenciones los tres oradores presumieron la fortaleza del sistema financiero mexicano, Ernesto Cordero enfatizó que con el consejo buscan no ser autocomplacientes, pero tampoco imponer una regulación adicional a las instituciones financieras que pueda incidir en su eficiencia.

En Estados Unidos, economistas como Robert Shiller, profesor de la Universidad Yale, han cuestionado que el consejo equivalente esté presidido por el secretario del Tesoro, ya que en la presidencia de George W. Bush el titular del Tesoro, John W. Snow, tuvo una actitud de deferencia con el presidente y apoyó acríticamente sus políticas, como la que provocó el boom inmobiliario.

Carstens descarta pruebas de estrés a bancos

De hecho, en declaraciones posteriores, Carstens consideró innecesario realizar las llamadas pruebas de estrés a los bancos en México, porque su nivel de capitalización es de 14 por ciento, más alto que en la mayoría de los países, y les permite enfrentar quebrantos.

Quien como secretario de Hacienda consideró que la crisis de EU en 2009 sólo nos daría un catarrito, llamó en Los Pinos a extraer lecciones útiles del desplome en la actividades económica que permitan pertrechar aún más la fortaleza de nuestro sistemas.

Después, la prensa le preguntó si este blindaje evitará una nueva crisis y respondió: uno no puede decir categóricamente que no va a haber crisis, pero ciertamente se reducen las posibilidades.

Bajo la presidencia del titular de Hacienda, insistió en que la meta es poner a todos en el mismo canal para enfrentar de inmediato y de manera coordinada un problema que pudiera generar inestabilidad financiera.