La falta de conocimiento del personal de las empresas contratistas de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en el manejo de la subestación de energía del conjunto habitacional Lindavista Vallejo mantiene a cerca de 5 mil personas con problemas en el suministro de agua potable.

Vecinos del conjunto habitacional denunciaron que una descarga de energía saturó los transformadores que abastecen el sistema de bombeo, lo que provocó tres explosiones y las máquinas se averiaron. El bombeo se suspendió todo el fin de semana.

A pesar de que fueron tres las empresas contratistas de CFE que acudieron al llamado de los vecinos, ninguna pudo solucionar el problema y se determinó inhabilitar la subestación, lo cual origina que el agua no llegue a los vecinos y actualmente lo hacen por medio de acarreo.

Ricardo Serna, administrador de la unidad, explicó que la subestación provee de energía a la unidad. Anteriormente era manejada por trabajadores de Luz y Fuerza del Centro, quienes periódicamente le daban mantenimiento, pero desde la desaparición de la paraestatal no se ha revisado.

En asamblea, los habitantes de Lindavista Vallejo expusieron que las tres empresas que atendieron la sobrecarga en la subestación no pudieron resolver el problema. Cada que llegaba una compañía empezaba de nuevo. Todas hicieron lo mismo y no se pudo resolver, señaló Serna.

Los motivos que expusieron sobre por qué no resolvían la situación fue que los trabajadores de Luz y Fuerza desaparecieron los planos de la subestación y ellos no sabían de dónde se alimentaba de energía, pero era evidente su desconocimiento del manejo de la subestación, indicaron los vecinos.

El lunes pasado, Alejandro Hernández, gerente de la subestación de Ticomán, en compañía de Adán Hernández y Saúl Villavicencio, todos de la Comisión Federal de Electricidad, estuvieron en la unidad y después de más de 24 horas se controló la sobrecarga, pero la subestación quedó inhabilitada.

Los vecinos acordaron recabar firmas entre los condóminos y responsabilizar a la CFE de los daños en las bombas, porque repararlas tiene un costo de 60 mil pesos. Además la sobrecarga afectó aparatos electrodomésticos y equipos de cómputo.

Ayer ya nadie de la CFE se presentó en el conjunto habitacional, pese a que se garantizó a los vecinos que se atendería el problema de la subestación, pero si la falta de agua continúa por los desperfectos que se generaron en el sistema de bombeo, los vecinos advirtieron que saldrán a manifestarse.