El Imparcial*
Pasó la crisis
egún nuestro colega El Economista Mexicano,
durante el último ejercicio fiscal ingresaron al Erario $49.244, 526. 20, como producto de derechos de importación, contra $39.467,657.17 á que ascendió lo recaudado en el año inmediato anterior. Comparando ambas cifras, se obtiene en favor del primero un aumento de cerca de 10 millones de pesos.
La verdad es que los datos consignados patentizan por sí solos que la última crisis económica que tan sabia y prudentemente sorteó el Gobierno, ha terminado. La reacción se indica de manera harto satisfactoria, y quizás no nos equivoquemos al decir que más pronto, mucho más pronto de lo que ordinariamente tarda un país en reponerse, después de un largo periodo de dificultades y quebrantos, México habrá recobrado toda su pujanza como nación en pleno desarrollo.
Pasada la crisis, no podrá ya negarse –porque la prueba ha sido demasiado dura– que las bases de nuestro desenvolvimiento comercial é industrial, son realmente sólidas y que la gestión financiera del Gobierno es de aquellas que se fundan en la correcta estimación del medio y las circunstancias.
Así, vemos que lejos de resultar fallidos los cálculos de la Secretaría de Hacienda, que fijaba un ingreso probable por derechos de importación, de 43 millones en números redondos, el rendimiento efectivo superó en más de 5 millones esa cantidad.
En resumen, puede afirmarse que la crisis se aleja á gran prisa, pues las cifras expuestas son testimonio irrecusable de mayor desahogo entre los consumidores y de mayor confianza en el comercio.
Una obra de caridad
Esta semana deben reunirse algunas damas distinguidas para tratar de un asunto que será un nuevo prestigio para las próximas fiestas del Centenario.
Se quiere socorrer á la infancia pobre; en días de regocijo nacional, las caras infantiles deben aparecer también radiantes; y las distinguidas damas á quienes nos referimos, no sólo en el buen aspecto de las caras han pensado si no también en el de los cuerpos.
Quieren las damas mexicanas regalar vestidos á 4 ó 5 mil niños pobres, para que, durante las próximas fiestas patrias, de fiesta vistan ellos también y sea unánime la alegría en fecha tan memorable.
*Se publicó de 1906 a 1917