Viernes 23 de julio de 2010, p. 43
El ministro japonés de Medio Ambiente, Sakihito Ozawa, dijo que en la COP16 se deben lograr acuerdos vinculantes para enfrentar el cambio climático. Aseguró que ya no hay pretextos para no trabajar en detener el calentamiento global, porque se trata de un fenómeno que cada vez causa más daños.
En conferencia de prensa conjunta con el titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Juan Elvira Quesada, ambos funcionarios informaron que acordaron apoyarse mutuamente para lograr éxito en las próximas cumbres a realizarse este año en Japón y México. La Cumbre de Diversidad Biológica se celebrará en octubre en Nagoya, y la de Cambio Climático (COP16), en Cancún en noviembre próximo.
Luego de una reunión bilateral, los funcionarios informaron que la línea de trabajo se dividirá en tres ejes, que son protección de la biodiversidad, uso sustentable de la naturaleza y uso de los recursos genéticos.
En cuanto a este punto, Elvira Quesada consideró importante que en la Nagoya se apruebe el Plan Estratégico 2011-2020, del Convenio sobre Diversidad Biológica (CDB), en el que se establecen las metas de un protocolo sobre acceso a recursos genéticos y distribución de los beneficios derivados de la utilización de la biodiversidad.
Urgen recursos
Consideró que la reunión ministerial en Japón será una oportunidad para dar un impulso político al tema sobre cooperación en materia de bosques y cambio climático que permita la obtención de resultados concretos en materia de reducción de emisiones por deforestación y degradación forestal en la Cumbre de Cambio Climático.
Sakihito Ozawa consideró que la adopción del CDB es crucial para organizar los esfuerzos internacionales encaminados a conservar la diversidad biológica, y consideró factor fundamental contar con recursos financieros para su puesta en marcha en el mediano (2020) y largo plazo (2050).
Elvira Quesada explicó que ambos países impulsan la Iniciativa Satoyama, que tiene como fin asegurar la coexistencia de la humanidad y la naturaleza con el manejo sustentable de bosques y áreas de cultivo. Explicó que con este proyecto se busca construir comunidades sustentables entre los habitantes de México y Japón para el cuidado y conservación de la tortuga amarilla, una especie que migra de manera natural entres las playas japonesas y Baja California Sur.