La inseguridad en México mantiene detenidas las inversiones privadas en el sector turístico, las cuales llevan una caída acumulada en el año de 37 por ciento, aseveró el presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción, José Eduardo Correa Abreu. Sólo hay que recordar, dijo, el cochebomba que estalló recientemente en el norte del país: una cosa es el narcotráfico y otra el terrorismo, pero cuando se juntan estamos peor. Dirigente de uno de los sectores que generan mayor número de empleos en el país, Correa Abreu resume en entrevista lo que podría ser el sentir de empresarios de distintos ramos respecto de la seguridad: la situación es delicada, sí hay incertidumbre, miedo, desconfianza y preocupación, porque hoy por hoy los empresarios no quieren ser asaltados, secuestrados o levantados en la propia oficina. Sólo hay que platicar, dice, con un empresario de Durango, donde nadie en la ciudad sale de casa después de las 8 de la noche, por ejemplo. El presidente de la CMIC asegura que la inversión turística privada está detenida principalmente por la desconfianza de los empresarios ante la posibilidad de que los negocios no fructifiquen. Según Correa Abreu, las inversiones para infraestructura turística en Quintana Roo comenzaban a fluir nuevamente cuatro o cinco meses atrás, luego de estar detenidos por la crisis de 2008, que generó estancamiento en los créditos. Pero hace dos semanas organismos empresariales del estado dijeron que los proyectos volvieron a detenerse.