En medio de un fuerte dispositivo de seguridad, que incluyó el cierre de la avenida Doctor Vértiz en su cruce con Doctor Río de la Loza, la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) presentó a tres presuntos sicarios originarios de Chihuahua, que aparentemente fueron contratados por un sindicato para secuestrar a un integrante de otra organización gremial con la que mantienen una disputa por un predio.

El fiscal antisecuestros de la dependencia, Óscar Montes de Oca Rosales, explicó que el pasado 5 de julio un comando integrado por al menos 16 personas con armas de grueso calibre privó de la libertad a la víctima cuando se encontraba en el estacionamiento de una tienda departamental ubicada en Barranca del Muerto y Periférico, en la colonia Merced Gómez, delegación Álvaro Obregón.

En el restaurante de dicho establecimiento, relató el funcionario, se había pactado una reunión entre los representantes de ambos sindicatos relacionados con la industria de la construcción –los nombres de los implicados no se dieron a conocer para guardar la secrecía de la investigación y salvaguardar la integridad del afectado– con el propósito de llegar a un acuerdo sobre la posesión de un terreno ubicado en Insurgentes Sur y Juan Pablo II, la cual finalmente no se llevó a cabo.

Al momento del secuestro, la víctima iba en compañía de seis personas, pero cuando intentó subir a su automóvil fue amagado por varios hombres, quienes lo obligaron a abordar un vehículo Volkswagen Bora placas HFA5353 del estado de Guerrero, con reporte de robo.

Elementos de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSP-DF) se percataron de lo sucedido por lo que inició una persecución que terminó calles adelante con el rescate del afectado y la detención de José Antonio Mendoza García, Efrén Olivas Chávez y Ricardo Reynoso Beltrán, quienes fueron arraigados y ayer consignados al Reclusorio Oriente por el delito de secuestro agravado. El resto de los agresores lograron huir.

Según Montes de Oca Rosales, la víctima afirmó en su declaración que mientras estuvo en manos de los agresores le dijeron que ya se le había advertido que se desistieran de la disputa por el mencionado predio.

A los implicados se les encontró un fusil AK 47, uno más de fabricación europea calibre 7.62 por 39 mm, 370 cartuchos del mismo calibre, 13 cargadores y dos pistolas tipo escuadra Smith and Wesson, calibre 40 y Colt, calibre 25.

Para presentarlos ante los medios de comunicación, la PGJDF implementó un fuerte operativo en el que participaron elementos de los grupos de Fuerza de Tarea y Especial de Reacción e Intervención de la SSP-DF y la PGJDF, respectivamente.

Los consignados se han negado a rendir declaración, pero con base en los testimonios de la víctima y sus acompañantes la PGJDF presume que el plagio está relacionado con el conflicto gremial, por el que hay una demanda en la Junta Federal de Conciliación.