Opinión
Ver día anteriorLunes 19 de julio de 2010Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Toros
¿La Fiesta en Paz?

Gran terna jornalera

D

entro de la serie de eventos que viene celebrando el periódico hermano La Jornada de Oriente, de los estados de Puebla y Tlaxcala, con motivo de su vigésimo aniversario, desde este espacio hacemos una cordial invitación, sobre todo a los residentes de aquellas hermosas y todavía taurófilas tierras, para que este jueves 22 de julio, a las 8 en punto de la noche, en la Librería Profética, de la calle 3 Sur 701, en el delicioso Centro Histórico de la ciudad de Puebla, tengan a bien acompañarnos en unas interesantísimas y ubicadoras reflexiones en voz alta. La entrada es libre.

¿Qué pasa con la fiesta de toros en México? es el tema que habremos de dilucidar, enfundados en los ternos de la inteligencia, la visión de conjunto, el manejo imaginativo del lenguaje hablado, la desmitificación de lo taurino, el amor pensante por la tradición tauromáquica de nuestro país y un humor inevitable ante la creciente estupidez que lo asfixia en todos los campos, no sólo en el bravo. Varias propuestas realistas con respecto a una fiesta paralela a la que una pobre imaginación empresarial ofrece hace años, será el digno remate a esa estructurada faena, como corresponde a la inteligencia de tan selecto público.

Habremos y enfundados, pluralicé con deliberada inmodestia y enlistadas cualidades, ya que la combinación no tiene desperdicio, sobre todo en estos tiempos de ordinariez analítica, vulgaridad informativa y crítica cínica y acomodaticia, en los toros y en lo demás, como fallido apuntalamiento de un sistema agotado por sus beneficiarios.

Conforman el cartel, según el vistoso programa de mano: Jaime Avilés, Lumbrera Chico, al que califican de Azote de empresarios corruptos, si bien a lo largo de su carrera ha sido el azote de los simuladores en general; Horacio Reiba, Alcalino, crítico taurino de La Jornada de Oriente desde su fundación, al que le pusieron cáustico cronista e historiador, cuando se trata de un permanente hilador del pensamiento riguroso, y Leonardo Páez, a quien le endosaron el calificativo de el terror de los mexhincados, siendo que las circunstancias lo convirtieron en exhibidor del falso taurinismo. Los mexhincados, solitos, en su acomplejada postración llevan su penitencia.

Tlaxcaltecas y poblanos tienen este jueves una oportunidad para impedir que su afición siga siendo secuestrada por el amiguismo de alelados mandatarios.