El tiempo que América del Valle permaneció en la embajada de Venezuela es muestra fehaciente del deterioro del ejercicio de los derechos humanos y la ominosa criminalización de los movimientos sociales, pero era innecesario solicitar asilo político, coincidieron diputados del PRI y PRD.

Mauricio Toledo, del partido del sol azteca, refirió que el retiro de cargos contra la hija de Ignacio del Valle fue tardío porque levantó el encono de un importante sector de la sociedad contra las autoridades, que al observar su caída en las preferencias electorales determinaron restañar daños.

“En casi un mes que se extendió la estancia de América del Valle en la sede diplomática de Venezuela los señalamientos contra el Estado represor se multiplicaron. Eso fue lo que realmente influyó en la decisión de retirar los cargos que se le habían imputado.

Ni el gobierno federal ni el del estado de México reconocieron que se equivocaron con el excesivo uso de la fuerza contra una estudiante; decidieron retractarse porque la opinión pública se les echo encima y golpeó las preferencias electorales que se barajan desde ahora.

Por su parte, Sami David David consideró que Del Valle no tenía necesidad de solicitar asilo, pero aun así la decisión de levantarle los cargos fue satisfactoria, porque la institucionalidad debe ser plena garantía al respeto de los derechos humanos y sobre todo a ser escuchados.