La imagen de destrucción y desolación que desde hace algunos días se vive en la colonia La Malinche, delegación Magdalena Contreras, ha sido provocada, en parte y de forma intencional, por las autoridades locales, pues si bien es cierto que algunos vecinos de los 51 predios desalojados decidieron retirar la herrería de sus inmuebles expropiados, la demarcación contrató una cuadrilla de trabajadores para derribar muros y abrir boquetes en las viviendas.

Son esos mismos trabajadores –contratados con el esquema de honorarios– los que reconocieron que su responsabilidad es únicamente mantener deshabitadas las viviendas, ya que serán las máquinas las que realicen las demoliciones.

María Josefina Martínez, vecina de la calle Rosa Sur, manifestó: Yo no fui expropiada, pero es mentira que la gente desalojada se va contenta. El sentimiento que tenemos es de tristeza y coraje. El gobierno ha actuado de manera sucia. ¿Cómo es posible que nuestro propio delegado haya contratado gente de la misma comunidad para que lleven sus marros y tiren las casas? Las autoridades se han aprovechado de la pobreza de la gente que no tiene trabajo.

Ante el temor fundado de que el trazo de la supervía sur poniente afecte una capilla, un salón comunitario y la casa de las hermanas de la Compañía de María –congregación religiosa instalada en la comunidad hace varias décadas–, representantes del gobierno capitalino se reunieron el miércoles pasado con los vecinos y les aseguraron que la vialidad no tocará dichos inmuebles.

Incluso, aceptaron que haber entregado una notificación de expropiación a las religiosas fue un error, pues su casa nunca estuvo contemplada dentro del polígono de predios que pasarían a ser parte de la proyección de la obra.

La presencia policiaca en el lugar fue más visible ayer. Por lo menos seis elementos de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal realizan rondines en la zona de expropiación con la finalidad de evitar actos delictivos en las casas derrumbadas. Vecinos de los andadores Mariposa y Durazno manifestaron su preocupación luego de que la consejera jurídica, Leticia Bonifaz, reconoció que el gobierno prevé adquirir más viviendas para concretar el proyecto vial.

En torno a este asunto, el subsecretario de Coordinación Metropolitana del gobierno capitalino, Héctor Hernández Llamas, consideró que detrás de las muestras de inconformidad de un grupo de vecinos contra esa vialidad se encuentran legisladores de PRD y PAN que aspiran a candidaturas en esa zona.

Durante una entrevista realizada en la Asamblea Legislativa, el funcionario señaló que lo que han logrado estos legisladores es que se revienten acuerdos logrados con los vecinos mediante el diálogo. Entrevistado en la ALDF, el funcionario dijo que a pesar de esa situación el GDF insistirá en que sea el diálogo y la concertación lo que impere para iniciar y concretar el proyecto de esa vialidad.

Finalmente, el dirigente del PAN-DF, Obdulio Ávila, solicitó a la titular de la Procuraduría Ambiental y de Ordenamiento Territorial, Diana Ponce, que realice una investigación a la obra y si descubre que afectar el medio ambiente la detenga temporalmente, hasta que se tenga una estrategia para mitigar los daños.