El gobierno de Tamaulipas reportó la pérdida total de 12 mil hectáreas de maíz y daños parciales en 30 mil hectáreas de limoneros y naranjos, así como en la cosecha de casi 2 millones de toneladas de sorgo en los municipios de Abasolo, Güemez y San Fernando, a causa del huracán Álex, que azotó 30 de los 43 municipios de la entidad.

Seis personas murieron y dos más resultaron heridas. Hay aproximadamente 6 mil viviendas destruidas, unas 3 mil personas continúan en albergues y, aunque ya pasó lo peor, 350 mil habitantes de Nuevo Laredo y otros 76 pueblos continúan incomunicados, mientras en toda la entidad más de 650 mil personas no tienen agua potable y 83 localidades aún están sin electricidad.

Tras ofrecer un balance preliminar de los daños, el gobernador Eugenio Hernández demandó al gobierno federal que tenga voluntad política y destine los recursos necesarios para la reconstrucción en la zona fronteriza del estado, dada su importante aportación a la economía nacional.

El mandatario pidió a las autoridades otorgar ayuda en la cuantía equivalente al desastre. Deploró la información oficial de que no hay dinero suficiente para las tres entidades del noreste afectadas por el meteoro, y cuestionó la tramitología burocrática para acceder a los recursos de emergencia.

En Ciudad Victoria, el secretario estatal de Obras Públicas y Desarrollo Urbano, Alberto Berlanga, dijo que 50 por ciento de los 2 mil 400 kilómetros de la red carretera resultó dañada.

En Nuevo Laredo, el alcalde Ramón Garza Barrios dijo que disminuyó la alerta por la creciente del río Bravo, pero el municipio permanece incomunicado hacia el sur por el cierre de carreteras.

Las compuertas de la presa Venustiano Carranza, de Coahuila, comenzaron cerrarse ayer al mediodía y el flujo regulado bajó a mil metros cúbicos de descarga por segundo. Con ello se espera que el río El Salado bajará, y en unas 30 o 40 horas podrá restituirse la vialidad, indicó.

Este lunes comenzaron las tareas de limpieza en Nuevo Laredo, pero también hubo compras de pánico, y la Secretaría de Salud alertó sobre posibles brotes de sarna, diarrea y la proliferación de piojos debido al hacinamiento de más de mil habitantes del municipio de Anáhuac, Nuevo León, recibidos aquí antes de que se inundaran 3 mil viviendas y se desalojara a 18 mil personas.

En Monterrey, la presidenta del DIF de Nuevo León, Greta Salinas de Medina, dijo que la reubicación de damnificados por el huracán Álex durará varios meses.

Informó que se recibieron 293 toneladas de ayuda no sólo de la sociedad nuevoleonesa, sino de Querétaro, Chiapas, Veracruz, Jalisco, Guadalajara, Tabasco y el DF, así como de la iniciativa privada, dijo la esposa del gobernador Rodrigo Medina de la Cruz; mientras, el cónsul Daniel Perrone anunció que el gobierno de Estados Unidos también hará próximos envíos.

Según cifras oficiales 14 mil 500 viviendas del área metropolitana de los municipios de Santa Catarina, García, Escobedo y Monterrey continúan sin agua potable, mientras 4 mil de toda la entidad no tenían energía eléctrica.

Sobre el señalamiento de que la Comisión Nacional del Agua (Conagua) no tiene dinero suficiente para enfrentar la emergencia, hecho por su director, José Luis Luege, el coordinador priísta en el Congreso estatal, Héctor Gutiérrez de la Garza, instó a los funcionarios responsables a realizar un ejercicio de imaginación para superar las trabas jurídicas y presupuestales, a fin de otorgar ayuda.

Históricamente Nuevo León ha dado a la Federación más recursos de los que recibe, y es el momento de compensar. Que no digan que no hay recursos ni preconicen limitantes ante una tragedia como esta. Los estados de Nuevo León, Coahuila y Tamaulipas no puede esperar, añadió.

Con información de Notimex