En el campo hay 12 millones de mujeres pobres, 84 por ciento de ellas carecen de tierra y 87 por ciento no tienen ninguna remuneración. Ante ello, la secretaria general de la Confederación Nacional Campesina, Hilaria Domín- guez Arvizu, consideró que es necesario reformar cuatro artículos de la ley agraria para otorgarles mayor protección.

Entre las reformas propuso que cuando el titular de la tierra deje de sembrarla durante dos años consecutivos, la cónyuge o concubina tendrán derecho a trabajar la parcela y ejercer toda clase de actos legales para que sea productiva.

Con esta propuesta, las mujeres podrán tener acceso a los beneficios del Procampo, financiamiento y otros programas a los que sólo el titular de la tierra puede acceder. Si la esposa o concubina del ejidatario o comunero trabaja durante cinco años la parcela, sin la intervención del titular de los derechos agrarios o éste hubiere fallecido, podrá acudir a los tribunales para que le sean transferidos los derechos de propiedad como patrimonio.

De aceptarse la propuesta, de la central campesina cientos de mujeres campesinas que con dificultades labran la tierra, tienen animales de traspatio y realizan diversas actividades para dar educación y alimento a su familia, serán beneficiadas.

De las unidades familiares, 35 por ciento están a cargo de las mujeres debido a la migración de los hombres; ellas participan en la producción de más de la mitad de los granos básicos.

Por su parte, Héctor Padilla, pre candidato a la dirigencia de la CNC, comentó que las mujeres campesinas tienen mayores dificultades con la caída de los precios de los granos, por ejemplo en el caso del maíz, hay un desplome de 180 dólares por tonelada en comparación con junio del año pasado.

El precio actual de 140 dólares la tonelada es inferior a 320 dólares que se pagaron en 2008. En el caso del trigo hay una reducción de 124 dólares en el mismo periodo. Hace dos años se cotizaba en 300 dólares y actualmente es de 176 dólares.