La compañía teatral Walhalla retoma El general en su laberinto, de García Márquez
retrata a una figura con voluntad de acero
Repasa los últimos meses de vida del libertador y rescatamos su ideario, único entre los próceres de AL
, dice el director Ricardo López
Se presenta hoy en el alcázar del Castillo de Chapultepec
Domingo 11 de julio de 2010, p. 8
Navegando el río Magdalena por última vez, Simón Bolívar va rumbo al exilio, quizá en la etapa más triste y decadente de su vida. Mientras viaja de pueblo en pueblo, va recordando las circunstancias de su lucha, sus triunfos y fracasos, y el sueño pendiente de unir a todos los pueblos de América Latina.
Este momento clave, que marca el fin de la historia del libertador, es el punto de partida del espectáculo multidisciplinario Bolívar, un rayo que no cesa, que la compañía teatral independiente Walhalla presentará este domingo en el alcázar del Museo Nacional de Historia del Castillo de Chapultepec.
La obra, que combina los recursos del teatro, la danza y la música, está basada en la novela El general en su laberinto, de Gabriel García Márquez, donde se recrean los últimos siete meses de vida de Bolívar, ya fuera del poder.
Con la ayuda de dos narradores, que guían al público entre los flashbacks del caudillo venezolano y a veces también interpretan a personajes como el mariscal Antonio de Sucre, el montaje incorpora poemas de autores como José Martí, Nicolás Guillén, Andrés Eloy Blanco, Vicente Huidobro y Pablo Neruda.
Aquí presentamos a un simón Bolívar humanizado. La narración de García Márquez hace que te solidarices con él, y retrata a una figura con voluntad de acero. También hacemos justicia a su ideario, que es único entre todos los próceres de América Latina
, explicó en entrevista con La Jornada el director del espectáculo, Ricardo López Espinosa.
A los textos literarios los acompaña un grupo de música tradicional que interpreta cumbias del siglo XIX y joropos, así como dos coreografías en las que se destaca el papel de personajes como Manuela Sáenz, compañera del héroe independentista, y la reina María Luisa de Parma.
Espectáculo complejo, pero accesible a todos
Las propuestas escénicas de Walhalla suelen incorporar elementos de varios campos, pero esa característica, en vez de hacerlas más complicadas y alejar al público, ha servido para acercarlo más a autores que no necesariamente son los más populares, como Roberto Arlt, Fernando Pessoa, Leopoldo Lugones o Jorge Luis Borges.
Nuestro propósito esencial es crear obras con una selección de los mejores escritores. A la gente se le puede hablar de los temas más elevados, siempre y cuando se les traduzca de la mejor manera. Al público hay que darle productos de la mejor calidad para engancharlo y no caer en el error de inferiorizarlo
y asumir de antemano que no va a entender.
La mejor prueba de ello es un montaje que presentaron hace algunos meses, en el que mezclaron poesía del Siglo de Oro español con canciones sefaraditas y sufis, intepretadas por Rita Guerrero y Ofelia Medina.
Era una obra compleja, pero de las 200 personas que llegaron a vernos, ninguna se fue. Ese mismo espectáculo lo presentamos en el Reclusorio Sur, y aunque pensé que no era muy adecuado, a los presos les gustó muchísimo. Por eso digo que nunca hay que desdeñar al público.
En el caso de Bolívar, dijo, ocurre lo mismo: es importante hacer llegar a la gente la historia de su lucha, y de esa forma explicar la importancia de la integración latinoamericana.
Los planteamientos del caudillo siguen siendo un sueño, pero hay que seguirlo buscando, porque sin la unidad de nuestros pueblos no habrá forma de hacerle contrapeso a Estados Unidos. Lo que actualmente están haciendo varios países en ese sentido es la pauta a seguir. Hay que lograr que las diferencias entre nosotros se vuelvan convergencias
.
Luego de las funciones que dio en la Biblioteca Vasconcelos, en abril de 2009, y en el Museo Nacional de Arte, en abril de este año, Bolívar, un rayo que no cesa se presenta este domingo a las 13 horas en el alcázar del Castillo de Chapultepec.