Infanzón, Aymes y Castillo también estuvieron en el Teatro de la Ciudad
Lunes 5 de julio de 2010, p. a10
Con el Teatro de la Ciudad lleno, el grupo estadunidense Spyro Gyra ofreció un concierto memorable en el que destacó su fuerza interpretativa. Fue la primera noche de la Muestra Internacional de Jazz.
En el foro de la calle Donceles comenzó el encuentro a las siete de la noche con la participación de la propuesta de Heberto Castillo, quien interpretó tres temas que levantaron aplausos. Con un blues de su autoría, Heberto y su grupo siguieron donde la síncopa subía y bajaba de volumen. Cerró con Presentimiento, tema cuyo ritmo de ubicó entre la bossa y la samba.
Siguió la velada con el cuarteto B4, conformado por los cuatro hermanos Barrera, quienes en sus inicios tocaban rock progresivo, pero reconsideraron incursionar en el jazz por considerar que el público mexicano no estaba listo para esa música. Comenzaron con un tema dedicado a Bob James, La siguiente generación; siguieron con Corazón de bronce, que a su vez da título a uno de sus discos. Alegraron con La buena nueva.
Luego subió al escenario el contrabajista Roberto Aymes. Lo acompañó en el piano Abraham Barrera (integrante de B4), con quien llevó carretadas de aplausos con su arreglo de la pieza Monalisa, en la que las cuerdas vibraron e hicieron que la mente de los asistentes viajara a sitios íntimos, particulares. Cerraron con un homenaje a Charly Parker y la clásica Capullito de alelhí.
Héctor Infanzón apareció en el escenario acompañado de Mario García en la batería, Adrián Infanzón en el bajo y Aarón Delgadillo en la percusión. Interpretaron rolas con ritmos afrocaribeños. Lo que Infanzón regaló fue una muestra de su disco Citadino. Gustó la interpretación de Zócalo y se despidieron con Azúcar.
Todo estaba listo para saciarse con la acústica de Spyro Gyra, quien llegó entre una lluvia de aplausos y gritos. Formado en Buffalo, Nueva York por el saxofonista Jay Beckenstein, su propuesta fusión abarca gran cantidad de estilos y colores, por lo que el contacto con el público fue inmediato. Con elementos de rhythm and blues, funk y pop, hicieron que el público disfrutara una buena sesión.
El tema Hombre de hielo fue muy bien recibido. Spyro Gyra se retiró luego de agradecer al respetable su asistencia.