Un grupo de integrantes del Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información (Cenidi) de la Danza José Limón, del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), expresó su descontento e indignación por la falta de un lugar y atención apropiados para su acervo, situación que pone en riesgo documentos y obras originales. También denunciaron las irregularidades y violación a la normatividad.

En conferencia de prensa, efectuada el jueves pasado en el salón de usos múltiples de la torre del Centro Nacional de las Artes (Cenart), los inconformes exigieron la creación de un recinto especializado para la preservación del material, memoria del quehacer dancístico en México y la destitución de Patricia Ruiz Rivera, coordinadora de documentación.

No estamos contra el INBA ni contra nadie en específico. Nuestra lucha es en defensa de la danza en México y de la dignidad humana, con base en la normatividad de la institución, afirmó César Delgado Martínez, quien explicó que desde hace varios meses el grupo de investigadores, también integrado por Patricia Salas, Angélica del Ángel, Rosaura Guadalupe Blanquet, María Isabel Martínez, Yolanda Ceja, Patricia Aulestia y María Teresa Nava, planteó el problema a las autoridades y no se ha dado una solución funcional y concreta.

El acervo del Cenidi se encuentra en condiciones que no son óptimas para su preservación, ya que requieren iluminación y temperatura adecuadas, entre otras cosas. Además, los recursos para el trabajo especializado de organización, catalogación, limpieza y restauración son limitados, por lo que se hace lo que se puede, comentó.

Obra de destacados artistas

César Delgado ilustró la situación con algunos casos. Refirió el maltrato que se le dio a la colección de bocetos de vestuario y escenografía, donada por Felipe Segura, pues cuando se requirió para una exposición se encontraba en condiciones desastrosas: los documentos estaban revueltos con otros papeles, sin protección, junto a botes de pintura. Debemos decir que la colección es de obra original de artistas destacados, como Juan Soriano, Antonio López Mancera y José Gómez Rosas.

Asimismo, Aulestia, fundadora del Cenidi y directora de éste por 10 años, donó parte de su acervo; cuando “el material le fue entregado a la investigadora Nava para su catalogación se encontraba lleno de hongos, en bolsas de plástico… Entre ese material había documentos que Aulestia había recopilado en Nueva York, y aunque eran fotocopias, son únicos en el país. Se acordó que el acervo se llevaría a la biblioteca del Cenart, que pertenece al Consejo Nacional de las Artes, pero los centros de investigación y las escuelas, al INBA y, por un asunto orgánico, eso dificulta la consulta de los acervos”.

Por ejemplo, dijo Delgado, el caso de la fototeca, un trabajo que realizó Isabel Martínez durante 10 años y que era fuente de información, fue trasladada a dicha biblioteca y ni la directora del centro ni la coordinadora tienen acceso, dijo Martínez.

Toda esta situación obstaculiza el trabajo de los investigadores, el de consulta y el de difusión, además de poner en riesgo los fondos, que son legado para la nación, coincidieron los investigadores presentes en la reunión.

Delgado señaló que de toda esta situación también se le ha informado a la directora del centro, Elizabeth Cámara, y a la coordinadora Patricia Ruiz. En respuesta recibimos una carta en la que se nos acusa de querer desprestigiar a la institución, lo cual no aceptamos, pues no estamos contra el INBA ni contra nadie en específico, reiteró.

Patricia Ruiz no es especialista en danza ni en bibliotecología; es investigadora de teatro, por lo que puede regresar a su plaza, precisó.

César Delgado aclaró que él presentó una queja ante el órgano interno de control en el INBA, y el próximo 16 de julio se cumplen cuatro meses y no ha hecho prácticamente nada.

El maestro y crítico de arte Alberto Híjar, presente en la rueda de prensa, señaló que en el proyecto arquitectónico mismo no se consultó a profesores, investigadores ni bibliotecólogos, con los resultados que vemos: no hay lugar para conservar y proteger documentos. Se ha ido improvisando; las escuelas también están llenas de defectos y padecen carencias. Creo que es algo de lo que hay tomar nota, porque exigiría una intervención arquitectónica para solucionar el problema.

En la reunión con los medios, los investigadores destacaron la falta de una política y normas de donación, la falta de rigor académico y de respeto al acervo, así como la violación de Elizabeth Cámara y Patricia Ruiz a las bases generales que regulan la educación y la investigación artísticas y al Código de Conducta del INBA.

Postura del instituto

En un comunicado, el INBA indicó que los acervos en resguardo del Cenidi-Danza están bajo la custodia de la biblioteca del Cenart. Cabe precisar que si bien son muy valiosos no existe decreto alguno mediante el cual se les haya dado el rango de patrimonio cultural de la nación.

El documento asegura que los acervos cuyo proceso de catalogación ha concluido ya se encuentran en la Biblioteca de las Artes, mientras que aquellos que fueron entregados por los maestros Guillermo Keys, Rosa Reyna, Tulio de la Rosa, Nellie Happee y Luis Fandiño está en proceso de firma el documento de traslado en comodato la Biblioteca de las Artes.

Asimismo, sostiene que para el INBA la salvaguarda de los documentos que dan testimonio de los procesos educativos y de creación artística es una tarea institucional fundamental, por lo que se realizan esfuerzos importante para generar las condiciones más adecuadas para su resguardo y adecuada utilización.

Dada la relevancia de este tema se ha iniciado una cuidadosa investigación acerca de la situación que guardan los acervos documentales, no sólo del Cenidi, sino de los cuatro centros con los que el instituto cuenta para realizar la función de investigación en las disciplinas artísticas.

Las autoridades del Cenidi convocaron a Aulestia y Delgado a una reunión de trabajo para esclarecer las dudas existentes.