Washington/Nueva York, 1º de julio. Genetistas de la Universidad de Boston lograron descubrir el secreto de una vida larga y saludable, según informan en un artículo publicado en la revista Science, en su edición de mañana viernes.

El equipo de investigadores, encabezado por Paola Sebastiani y Thomas Perls identificaron, 150 sitios en el genoma que diferencian de sus congéneres a las personas que tienen 100 años y están relativamente en buen estado físico y mental.

Según el estudio, casi una de cada siete personas, es decir, 15 por ciento, posee una combinación genética que le garantiza una larga vida. Sin embargo, sólo una de cada cien (un uno por ciento), alcanza realmente una edad muy avanzada.

Que las personas beneficiadas genéticamente para una vida larga mueran antes, podría deberse a factores como la alimentación, la escasa actividad física, la falta de buen descanso, el consumo de alcohol y cigarrillos o un accidente, explicaron los genetistas pocas horas antes de la publicación de su trabajo en conferencia telefónica.

En el siglo XX murieron en las guerras millones de personas, muchas de las cuales eran relativamente jóvenes, independientemente de la información genética que portaran.

En la búsqueda de predisposiciones genéticas decisivas, el equipo de especialistas de Boston analizó el genoma de mil 55 personas de entre 95 y 119 años, quienes, según Sebastiani y Perls, con frecuencia estaban en muy buena forma, y mil 267 personas de control: cuanto mayor cantidad de variantes genéticas de las 150 existentes poseían en su genoma, más tiempo vivían con una salud relativamente buena.

Gracias a determinados marcadores genéticos, Perls y sus colegas pueden determinar con 77 por ciento de precisión la predisposición para una vida longeva.

Los genetistas desarrollaron un chip y presentarán la semana próxima una página de Internet. Estas dos herramientas deberían permitir que los laboratorios puedan determinar en un futuro cercano la probabilidad de una vida larga y saludable a partir del análisis de una gota de sangre.

Sin embargo, los datos obtenidos de estudios con gemelos limitan la influencia de la genética en la longevidad a entre 20 y 30 por ciento, señaló Science. En general, la expectativa de vida en los países industrializados es en la actualidad de unos 80 años.

No obstante, los miembros de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en Estados Unidos viven en promedio 88 años, es decir, ocho años más que otros estadunidenses, indicaron los autores del estudio. Esto demostraría el gran papel de los factores no genéticos en la longevidad, como la alimentación vegetariana, la fe y una fuerte unión familiar, subrayaron.