De héroe a culpable
ien lo dijo el legendario líder tlaxcalteca Maxixcatzin cuando su escuadra sucumbió ante la armada suiza en las aguas marinas de Texcoco, aquel aciago 6 de julio de 1218: El triunfo tiene muchos jefes, las derrotas, apenas uno
. Es lo que hoy sucede con la eliminación del Mundial del equipo de futbol de la iniciativa privada mexicana. Javier el Vasco Aguirre es el culpable de esta nueva debacle, proclaman los que ayer lo declararon el héroe del Bicentón. El hombre que encabezó la mayor campaña oficial en favor del optimismo abandona el país. Pero aquí estamos para hallar otros culpables no menos importantes. Citemos unos cuantos por carencia de espacio:
1. Cambiar en el partido inaugural el verde de la esperanza por el negro de las percepciones equivocadas en el uniforme de la oncena televisiva desorientó a los jugadores, que no supieron localizar al enemigo.
2. Norberto Rivera Carrera, arzobispo, al encomendar la selección a la Virgen de Guadalupe. El cardenal sabe perfectamente que a la morenita del Tepeyac no le gusta el futbol. Ella prefiere el atletismo, por eso las caminatas a su santuario desde Tijuana, Matamoros o Tizimín. No faltan los que defienden al prelado por su extraño proceder. Pero recordemos que es experto en defender causas perdidas. Una, entre muchas: la honra y santidad del padre Marcial Maciel, atacado injustamente, eso dijo, por los enemigos de la Iglesia.
3. Los que dirigen el Bicentón y la campaña Imaginemos México, al destacar la figura del Vasco Aguirre, ignorando a los jugadores que meten goles y los evitan. Esto causó la desmoralización de las 18 estrellas del equipo, que también deseaban estar en los promocionales televisivos y radiofónicos. Y muy especialmente depositando sus ramilletes de optimismo en la columna de la Independencia.
4. Felipe Calderón. Por haber tomado entre sus manos el trofeo máximo del Mundial (un balón de oro de 85 kilates) cuando lo trajeron a México. Quería una foto para el álbum familiar. Pero hasta Giovanita, la astróloga de las estrellas, sabe que ese trofeo no deben tocarlo extraños, pues trae mala suerte. Luego, por viajar a Sudáfrica al partido inaugural y lucir en el estadio ante millones de telespectadores una misteriosa estola con las siglas de la Federación Mexicana de Futbol.
5. Andrés Manuel López Obrador. Sí, olvidadizo lector, el catalogado durante la anterior contienda presidencial como un peligro para México, el sexto jinete del Apocalipstick. Los otros cinco, lo confirma el gobierno actual, son el empleo, la seguridad, el optimismo, la honradez e imparcialidad de funcionarios y jueces y la defensa de los derechos humanos. Ocurre que a López Obrador no le apasiona el futbol, desde niño prefiere el beisbol.
Hay otros 42 mil 306 culpables.