Tel Aviv, 1º de julio. Altos funcionarios de los gobiernos de Israel y Turquía establecieron contactos en Bruselas esta semana, por primera vez desde la agresión a una embarcación turca que pretendía entregar ayuda humanitaria a los palestinos de la franja de Gaza, pero el encuentro provocó la irritación del ministro israelí de Relaciones Exteriores, el ultraderechista Avigdor Lieberman, porque se enteró de la realización del encuentro hasta que los medios de comunicación de su país difundieron la noticia este jueves.

El canciller turco, Ahmet Davutoglu, y el ministro israelí de Comercio, Benjamin Ben Eliezer, se entrevistaron el pasado miércoles en secreto para tratar de superar la crisis desatada el 31 de mayo pasado, cuando nueve turcos murieron durante el asalto de las fuerzas armadas israelíes a un yate que buscaba romper el cerco impuesto por Tel Aviv a los palestinos durante esta década.

Lieberman consideró que la reunión fue un error y una insensatez, y se quejó de que los contactos con el gobierno turco hayan sido manejados directamente por el primer ministro Benjamin Netanyahu, quien no sólo marginó al canciller israelí sino que paralelamente tuvo al tanto al ministro de Defensa, Ehud Barak, y a otros miembros del gobierno.

Entre versiones extraoficiales de que la cita se fraguó a instancias de Estados Unidos, el portavoz del Departamento de Estado, Philip Crowley, afirmó que la relación entre Turquía e Israel no solamente beneficia a la región, sino también es positiva para nuestros intereses.

Un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Turquía, Burak Ozugergin, informó que en la reunión el canciller Davutoglu dijo a Eliezer que Ankara espera una disculpa de Tel Aviv, el pago de compensaciones a particulares, la aprobación de la investigación independiente propuesta por la Organización de Naciones Unidas y el levantamiento del bloqueo a la franja de Gaza.

Mientras, aviones de combate de Tel Aviv bombardearon este jueves el enclave sitiado, en represalia por el lanzamiento de un cohete contra territorio de Israel. Los objetivos fueron un supuesto taller metalúrgico ubicado en el norte de la franja y un túnel excavado en el sur del territorio palestino, limítrofe con Israel.