En 30 años el sistema agrario y ganadero mexicano no ha logrado avanzar de manera significativa en términos de producción alimentaria, lo que ha derivado en que buena parte de la población no tenga para alimentarse adecuadamente, señala un estudio del Centro de Investigación en Economía y Negocios (Cien), del ITESM.

El análisis destaca que en 1980 la producción nacional de maíz alcanzaba para que cada mexicano consumiera 489 gramos del cereal a diario, mientras en 2008 alcanzaba para 604 gramos, un avance de apenas 115 gramos en casi tres décadas.

En el caso del frijol señala que en 1980 se producían 13.5 kilos por persona al año, es decir, 37 gramos diarios, pero en la actualidad la producción no alcanza ni siquiera para que cada persona acceda a 26 gramos al día.

Esta situación pone en tela de juicio no únicamente la política económica gubernamental implementada en tres décadas, sino que refleja la ausencia de una política social exitosa para cumplir con una de las necesidades más básicas de cualquier ser humano: la de comer, indica el estudio.

De acuerdo con estadísticas oficiales, 47 millones de personas se encontraban situación de pobreza en 2008 (antes del cambio metodológico que el Coneval realizó en 2008 el número era de 50.5 millones), de las cuales 23 millones sobreviven sin acceso a una alimentación adecuada.

Deficiencias de distribución merman en 40% la producción

En México se pierde entre 30 y 40 por ciento de la producción en alimentos frescos, principalmente frutas y verduras, debido a deficiencias en la distribución y comercialización, aseveró Pedro Adalberto González, subsecretario de fomento a los agronegocios de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa).

Esas mermas, junto con un excesivo intermediarismo que maneja márgenes de comercialización de entre 21 al 38 por ciento, se expresan en un aumento de precio de los alimentos, mientras menos de 20 por ciento de los productos se manejan sin intermediarios, dijo el funcionario durante la inauguración de la Exporestaurantes en el WTC.

De cada kilo que se vende se pierden 300 gramos de producto. Hay dos mecanismos para solventar (estas pérdidas): por el manejo del producto, desde la salida del huerto hasta el consumidor final, y mediante la red de frío, para que se maneje a temperaturas adecuadas para que no se deteriore de manera acelerada.