Ciudad del Vaticano, 28 de junio. El Vaticano defendió hoy la labor de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, la sección de la curia romana envuelta en un escándalo de corrupción en Italia por manejos de su ex prefecto, Crescenzio Sepe.

La sala de prensa de la sede apostólica emitió un comunicado de dos páginas en el cual hizo referencia a datos objetivos encaminados a proteger la buena fama de tan importante organismo del Vaticano y de la Iglesia católica.

La nota de prensa salió al paso de un amplio debate en los medios informativos italianos sobre el procesamiento de Sepe, actual arzobispo de Nápoles, por su supuesto involucramiento en una red de corrupción y tráfico de influencias cuando trabajaba en el Vaticano.

El escrito precisó que el primero y fundamental objetivo de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos es sostener a las jóvenes iglesias en el mundo, situadas en lugares donde existen pocos católicos y que requieren atención incluso económica.

En esta labor –agregó–, la congregación ofrece diversos subsidios económicos para financiar la operación, formación, crecimiento y maduración de esas realidades eclesiásticas.

Además de eso es distribuida anualmente una cantidad de ayudas por proyecto a favor de la construcción de nuevas Iglesias, instituciones pastorales, obras de alfabetización, estructuras hospitalarias y sanitarias, así como educativas, expresó.

Más adelante reveló que, para patrocinar dichas iniciativas, esa sección del Vaticano acopia recursos de la colecta realizada en la Jornada Misionera Mundial, así como del rédito del propio patrimonio financiero e inmobiliario.

El manejo de tal patrimonio es una tarea difícil y compleja, que se debe valer del consejo de personas expertas bajo diversos aspectos profesionales y que, como todas las operaciones financieras, puede estar expuesto a errores de valoración y de fluctuación del mercado internacional, apuntó.

El pasado 19 de junio magistrados de la central localidad italiana de Perugia informaron que Sepe, de 67 años, es investigado oficialmente por suponerlo parte de una red de tráfico de favores. Con él se indaga a Pietro Lunardi, ex ministro de Transporte e Infraestructura.