Plantea evaluar las condiciones para los comicios en algunos estados
Se ha caído en una descalificación abierta, asegura Alfredo Figueroa
Lunes 28 de junio de 2010, p. 10
El rumbo que han tomado en algunas entidades las campañas electorales hacen necesario que, una vez concluidas y de cara al 2012, se discuta el modelo de democracia que nos estamos dando y los factores que se están presentando para sostenerla. Advierto signos ominosos para la democracia, y la redición de prácticas que se consideraban que ya no estaban vigentes
, señaló el consejero electoral Alfredo Figueroa.
Entrevistado sobre la incidencia que ha tenido el Instituto Federal Electoral (IFE) en los procesos electorales locales –ya sea por espots denigrantes o campañas gubernamentales–, Figueroa destacó la importancia de que el electorado tome distancia frente a lo que puede estar en el lindero entre críticas fuertes y denigración entre candidatos y partidos, para acudir a las urnas a externar su postura frente a los gobiernos que quieren.
El consejero reconoció que en algunos sectores de la población este tipo de campañas permean e inhiben su participación, pero no es un asunto generalizado
. La recurrencia de este tipo de propaganda indudablemente obliga a revisar la cultura política de los partidos y candidatos, pero al mismo tiempo pensar en cómo fortalecer la cultura política de la sociedad, que no puede cambiar por decreto o reformas legales, dijo.
Para el funcionario electoral, las campañas sucias o denigrantes aún se mantienen porque en algunos casos han resultado eficaces, pero en otros, hay que advertirlo, se ha revertido hacia quienes instrumentan este esquema.
Sin embargo, la persistencia de su utilización obliga a hacer una revisión y análisis; si es posible, mediante reformas legales, poder modificar esta cultura política que permea entre algunos actores políticos, para evitar su efecto negativo en la democracia mexicana.
Creo que tenemos que sentarnos con seriedad para discutir si las condiciones que prevalecen en algunos estados tienen los estándares mínimos para celebrar elecciones con las características democráticas que se requieren, es decir, no sólo debemos discutir las condiciones hacia el 2012, sino también en los comicios locales de cara a los procesos del próximo año.
Figueroa consideró que esta revisión debe valorar los efectos que puede tener en la libertad de expresión, porque en una contienda electoral debe ser factible realizar críticas duras hacia los contiendientes, sus propuestas y el pasado de los partidos o funcionarios. Sin embargo, es preciso contener lo que con frecuencia sucede, que ha superado cualquier esquema crítico para ubicarse francamente en una descalificación abierta y con frecuencia con tintes denigrantes entre los actores políticos.