Endgame, obra basada en Final de partida, de Samuel Beckett, es el juego de la vida en el cual el ser humano no quiere perder. Es una mirada a ese mundo destruido, corrupto, extinguido y agotado, donde el hombre ya no se atreve a salir.

Bajo la dirección de Abraham Oceransky, la Compañía Nacional de Teatro estrenará Endgame hoy, en su sede, y a partir de julio alternará funciones en el teatro Benito Juárez del Sistema de Teatros del Distrito Federal.

El director señaló que Endgame tiene varias lecturas: Es el juego del hombre consigo mismo. Los personajes centrales están solos en el mundo y tienen la posibilidad de reconciliarse y de apoyarse; discuten por el ego, la vanidad, los deseos, la jerarquía, todas esas cosas que el hombre no desea perder de su vida.

De acuerdo con Oceransky, la obra expone un síntoma de la sociedad actual que es necesario hacer evidente, porque, sin ser trágico, es inevitable.

Ha cambiado la visión de lo que antes era absurdo, ahora se está volviendo muy real que el mundo este próximo a la destrucción porque no se ha cambiado para mejorar esta situación.

La destrucción, dentro del ser

El director, quien tiene más de 85 puestas en escena en su trayectoria, afirmó que aquello de lo que hablaba Samuel Beckett hace más de 50 años ahora es comprensible, porque la destrucción no se encuentra al otro lado del mundo, ni en la puerta de tu casa, sino que ha entrado en el comportamiento del ser humano.

En la obra, Beckett solicita en sus acotaciones que haya un silbato en manos del personaje ciego que pide ayuda con su sonido, para Oceransky esto no es sólo una medida de atención, sino un grito de ayuda destinado a cualquier personas que se encuentre lejos o cerca.

En esta época generalmente no hay nadie que escuche, aunque se encuentre a unos pasos. Incluso la persona que más te ama puede no escuchar tu silbato y tu clamor.

A pesar de que el tema del montaje es la destrucción, el director intenta mostrar la belleza dentro de lo más absurdo que tiene el humano, porque existe la esperanza, dice.

Oceransky encuentra en la obra de Beckett una nueva forma de teatro ubicada entre el realismo, lo surrealista y las modas por iniciarse de su época.

Beckett no cree en la humanidad y nos dice que tampoco creamos en ella, afirmó el actor de la CNT Claudio ObregónFoto Guillermo Sologuren

Se trata de una obra que aborda el término de los tiempos; es como el final de un juego planteado por el ser humano, en el que cada vez que se acerca el final decide renunciar y volver a empezar; lo actual de esta obra reside en que siempre estamos cerca de la destrucción, indicó.

A su vez, el actor de la CNT, Claudio Obregón, aseguró que “Beckett no cree en la humanidad y nos está diciendo que tampoco creamos en ella. Estamos a punto de sucumbir por una desastre nuclear, por el cambio climático o por nosotros mismos, como vemos en el golfo de México.

Estamos acabando con nuestro mundo, con la naturaleza, con nuestra manera de vivir; es fundamental decir esto, y el autor lo hace de manera inteligente.

Obregón realizó una traducción del inglés para apoyar las versiones que ya existen en sus idiomas originales: francés e inglés. Además amplió la investigación del personaje que interpreta, Hamm, que posteriormente fue adaptada por Oceransky para su puesta en escena.

Endgame aborda la vida de Hamm y Clov, quienes viven atrapados en un espacio abandonado y afuera es el fin del mundo, o al menos eso parece. Hamm es ciego y no puede pararse; Clov ve, pero no puede sentarse.

Los personajes son codependientes y siempre se han llevado mal. Clov está harto de la situación, y aunque a veces quiere liberarse piensa que no hay ninguna razón para hacerlo. Toda la vida las mismas preguntas, las mismas respuestas.

El director de la CNT, Luis de Tavira, presentó Endgame, décimo primer estreno de la agrupación en poco más de año y medio.

Hemos llegado a este debut para la construcción de repertorio. La compañía tiene que crear para satisfacer al espectador nacional con un repertorio de enorme diversidad. Se trata del sexto estreno de este año, señaló De Tavira.

La obra se estrenará hoy y el martes 29 en la sala de la Casa de la CNT (Francisco Sosa 159, Barrio de Santa Catarina, Coyoacán); la temporada continuará con funciones los sábados y domingos de julio a las 12 horas hasta el primero de agosto.

La CNT también ofrecerá funciones en julio, los martes y miércoles a las 20 horas, en el teatro Benito Juárez del Sistema de Teatros del Distrito Federal (Villalongín 15, colonia Cuauhtémoc. Frente al monumento a la Madre).