Los Ángeles, 26 de junio. Los Tigres del Norte hicieron historia la víspera en el Walt Disney Concert Hall, al convertirse en el primer grupo de música regional mexicana en presentarse en la sede de la Filarmónica de Los Ángeles.

En el espectacular complejo arquitectónico del centro de esta ciudad, inaugurado en 2003, la agrupación lanzó su rugido musical en un concierto de dos horas, donde entonó la mayoría de sus éxitos, logrados en más de tres décadas.

El Walt Disney Concert Hall es un moderno centro cultural y de espectáculos, con lo más avanzado en acústica, donde de forma habitual se presentan filarmónicas, música de orquesta de talla mundial, así como artistas de diversas partes del orbe como Filipinas, Corea, China y Francia.

Esta vez la organización inició una serie de conciertos Global social, con artistas inmigrantes que radican en el sur de California.

Ante más de mil 500 asistentes, la mayoría latinoamericanos, la banda –una de las pioneras de la música norteña– rompió la solemnidad del sitio e hizo bailar a parejas en pasillos y hasta provocó gritos de euforia.

Camelia, la abridora

“Este es un logro muy importante en nuestra carrera, por ello quiero aprovechar para presentarles a una mujer que ha sido quien nos abrió las puertas. Es Camelia la texana”, expresó al inicio el tigre mayor, Jorge Hernández.

La agrupación interpretó 36 temas, entre ellos Jefe de jefes, La puerta negra, Somos más que americanos, El mojado acaudalado, Tres veces mojado, Ni parientes somos, La banda del carro rojo, La perra y La jaula de oro.

La agrupación mexicana cantó corridos y temas de inmigrantes, de amor y desamor. En los próximos meses sumará otra distinción, al develar su estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood.

Por cuatro décadas Los Tigres del Norte han grabado más de 55 álbumes, vendido más de 35 millones de discos y dominado la categoría de música norteña con numerosos éxitos, además de ganar premios Grammy y Billboard.

Originarios de Rosa Morada, Sinaloa, Los Tigres del Norte, quienes radican en el norte de California desde hace varias décadas, portaron un vestuario azul con pedrería y un escudo circular con el nombre de México en la espalda.