Diplomáticos de Estados Unidos y la UE, junto con activistas, esperaron el fallo afuera del tribunal
Organizador de marchas por los derechos humanos, no ha reunido a más de 10 personas
Miércoles 23 de junio de 2010, p. 22
La Habana, 22 de junio. Darsi Ferrer, médico de 40 años que hace una década dejó la profesión para unirse a la oposición, quedó hoy en libertad condicional después de cumplir casi un año de prisión, informó su esposa, Yusnaimy Jorge.
Aunque Ferrer fue acusado de delitos comunes –compra ilegal de materiales para la construcción y atentar contra un vecino que respaldó la denuncia–, su regreso a casa esta tarde coincide con el clima de distensión abierto por el diálogo entre el gobierno y la iglesia Católica, para liberar o aliviar las condiciones carcelarias de opositores presos.
Ferrer, quien fue detenido desde julio de 2009 y a la fecha no se le había hecho juicio, fue adoptado por Amnistía Internacional como prisionero de conciencia. Un tribunal municipal le impuso un año y tres meses de prisión, con lo cual quedará en libertad plena en octubre próximo.
Afuera del tribunal, un grupo de opositores aguardó la decisión del juez. Parte del tiempo también estuvieron en la calle diplomáticos de Estados Unidos y de la Unión Europea.
El activista ha sido el principal organizador de la marcha opositora que en los últimos años se ha intentado realizar en un céntrico parque de La Habana para conmemorar el Día de los Derechos Humanos, el 10 de diciembre.
Ese intento de manifestación no ha reunido a más de una decena de personas, pero nunca ha concluido su recorrido previsto –una vuelta en silencio al parque– porque siempre ha sido bloqueada por grupos oficialistas.
La esposa de Ferrer dijo sentirse conforme con la sentencia, pues la petición original de la fiscalía era de tres años de cárcel para el médico, quien siempre alegó que los materiales para construcción le fueron donados por un amigo.
Durante su estancia en la prisión de Valle Grande –al oeste de La Habana–, Ferrer difundiía reportes sobre la situación del penal e hizo una huelga de hambre de tres semanas para reclamar atención médica y un juicio justo
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Su caso suscitó un incidente diplomático en agosto de 2009, cuando funcionarios de embajadas europeas visitaron la casa del opositor en señal de solidaridad. La cancillería cubana expresó a esos países inconformidad por lo que consideró una injerencia en asuntos internos.