Aguirre y el Tri ideal
a victoria –y más en un Mundial ante Francia– no necesita explicaciones, pero ésta la tuvo: Javier Aguirre encontró la alineación ideal.
Aguirre realizó un ajuste que le dio al Tri solidez defensiva, coherencia al medio campo y alternativas al frente. El ingreso de Héctor Moreno dio fortaleza a una central que había hecho agua, permitió a Rafael Márquez y Gerardo Torrado copar la media y le dio más salida a Carlos Salcido, quien dio un partidazo.
Se podrá criticar que no es la mejor versión francesa y que calificó de trampa o que el penal fue por un clavado de Pablo Barrera, pero no es fácil ganarle a un equipo laureado y menos con un rendimiento tan convincente.
Aguirre dijo que tenía a la mejor selección de todos los tiempos. Pudiera ser. La base son cuatro elementos que ganaron el Mundial sub 17. Una nueva generación, una nueva mentalidad, se podría decir de Moreno, Carlos Vela (a quien le falta ser certero en el tiro final), Efraín Juárez y Giovani dos Santos, quien es el más desequilibrante.
Mención especial merece Javier Hernández. El Chicharito es de ese grupo, pero no fue a Perú por una lesión. Sin embargo, Sudáfrica le deparó algo memorable: igualó a su abuelo Tomás Balcázar, quien le anotó a Francia en el lejano Suiza 1954.
El Tri ganó con goles del ídolo naciente y del ídolo saliente. Hernández es el futuro de nuestro balompié.
Y los campeones sub 17 tienen a unos veteranos que reflejaron tantas batallas a cuestas.
Óscar Pérez cumplió con lo poco que le mandaron los decepcionantes franceses. Francisco Rodríguez ha alcanzado un alto nivel en el PSV. Guillermo Franco busca todas las pelotas y es fundamental en la táctica.
A Cuauhtémoc Blanco, La Volpe le robó al Temo el Mundial 2006, pero el gol de ayer fue la recompensa ideal. Lo censuran de gordo y lento, pero ayer dio una muestra más de la serenidad al cobrar un penal, algo que no es poca cosa en un mexicano.
Dijeron que querían darle una alegría a la gente y se la dieron. Una imagen ocurrida ayer lo resume: en el Metro Hidalgo un joven toca, con admiración y profundo agradecimiento el rostro del Chicharito en un anuncio.