Rechazan 100 mil judíos que sus hijos estudien con niñas sefardíes
Viernes 18 de junio de 2010, p. 23
Jerusalén, 17 de junio. Israel, sometido a fuerte presión internacional, decidió hoy flexibilizar el bloqueo a la franja de Gaza y permitir el ingreso de bienes de uso civil
al enclave palestino gobernado por el movimiento Hamas, que exigió la apertura total de la frontera.
El gabinete de seguridad israelí decidió –al cabo de dos días de discusiones– liberalizar el sistema mediante el cual los bienes de uso civil entran a Gaza (y) ampliar el flujo de materiales para proyectos civiles que se llevan a cabo bajo supervisión internacional
, indicó el comunicado oficial de la oficina del primer ministro Benjamin Netanyahu.
Ahora se permite llevar a la franja, por vía terrestre, alimentos en general, papelería, juguetes, utensilios de cocina, colchones y toallas. Netanyahu advirtió anteriormente que Israel mantendría el bloqueo marítimo de Gaza.
La presión internacional se incrementó tras la ola de indignación provocada por la intervención israelí del 31 de mayo contra una flotilla que llevaba ayuda a Gaza, en la cual murieron nueve turcos de la misión humanitaria.
La decisión fue rechazada por Hama,s y celebrada por Naciones Unidas, el cuarteto para Medio Oriente y la Unión Europea.
De su lado, más de 100 mil judíos ortodoxos se manifestaron contra la injerencia
de la Corte Suprema israelí en sus asuntos y para afirmar la primacía de la Torá sobre la ley civil, luego que ese tribunal prohibió la segregación entre niños askenazis y sefardíes en una escuela religiosa de la colonia judía Emanuel, en Cisjordania.
Los padres askenazis (oriundos de Europa central y del este) se niegan a que sus hijos vayan a clase con niñas sefardíes (de origen oriental). Retiraron a sus hijas de la escuela y, como la escolarización es obligatoria en Israel, deberán purgar dos semanas de cárcel.
Éstas familias, un total de 86 personas pertenecientes al grupo jasídico Slonim, sacaron a sus hijas de las escuelas hace un año en protesta contra un primer dictamen judicial que las obligaba a integrar a los jóvenes sefardíes.