Depender del cigarro es en sí fuente crónica de nerviosismo, según la investigación
La nicotina alivia el estado de tensión provocado por su abstinencia; tal vez ésta es la razón por la que creen que reconforta
, dicen científicos británicos que estudiaron a 469 fumadores
Viernes 18 de junio de 2010, p. a15
Nueva York, 17 de junio. Los fumadores suelen decir que necesitan un cigarrillo para calmar sus nervios, pero un estudio británico halló que los niveles de estrés crónico pueden bajar después de que una persona abandona el hábito.
Un estudio entre 469 fumadores que intentaron dejar de fumar después de ser internados por enfermedad cardiaca identificó que aquellos que se alejaban de los cigarrillos por un año reportaban menor nivel de estrés.
Los nervios prácticamente no sufrieron cambios en los pacientes cardiacos que volvieron a fumar, según los investigadores de Barts y de la Escuela Londinense de Medicina y Odontología.
El estudio, publicado en la revista Addiction (http://www3.interscience.wiley.com/journal/123497661/abstract), apoyó la teoría de que, al menos para algunas personas, fumar de hecho agrava el estrés crónico.
Los fumadores a menudo ven a los cigarrillos como herramienta para manejar el estrés y los ex fumadores a veces vuelven a fumar con la idea de que eso los ayudará a soportar un evento angustiante en su vida
, dijo el investigador Peter Hajek.
Sin embargo, los estudios demostraron que los no fumadores tienden a reportar menos estrés que los fumadores.
La razón no está muy clara, pero podría significar que las personas más propensas al nerviosismo tienen más probabilidad de asumir el hábito.
Un año después, cambios de percepción
Por otro lado, fumar puede generar estrés a largo plazo, incluso si las personas sienten que les proporciona un alivio temporal de situaciones difíciles.
El estudio de Hajek halló que la mayoría de los 469 fumadores –85 por ciento– creían al comienzo del seguimiento que el cigarrillo les permitía lidiar con el estrés en alguna medida. La mitad dijeron que el hábito los ayudaba mucho
a soportar los nervios.
Pero un año más tarde, los participantes fueron nuevamente interrogados y 41 por ciento no habían vuelto a fumar.
En promedio, el equipo de Hajek encontró que los no fumadores mostraban una reducción de 20 por ciento en sus niveles reportados de estrés, mientras los pacientes que habían vuelto a fumar tenían pocos cambios en la percepción acerca de sus nervios.
La relación entre la abstinencia y menos estrés se mantuvo cuando los investigadores consideraron factores como la edad y educación de los pacientes, la cantidad de cigarrillos que fumaban antes de dejar el hábito y cuán altos eran sus niveles de estrés al comienzo del estudio.
Los investigadores dijeron que los resultados apoyaban la idea de que la dependencia del cigarrillo es en sí misma fuente crónica de estrés.
Cuando los fumadores dependientes no pueden fumar, debido a que el periodo sin cigarrillos se extiende, tienden a sentirse más y más tensos, irritables e incómodos
, aseguró Hajek.
El cigarrillo alivia ese estado estresante y ésta es probablemente la razón principal por la cual los fumadores creen que fumar los reconforta
, agregó.
“Una persona que fuma 20 cigarrillos al día, por ejemplo, esencialmente atraviesa 20 situaciones estresantes por día, cuando sus niveles de nicotina en el cuerpo caen. Una vez que la persona deja de fumar –y supera el periodo inicial de abstinencia–, tendrá 20 momentos menos de estrés”, explicó.
Hajek dijo que su estudio sugiere que dejar de fumar puede no sólo beneficiar la salud física del fumador, sino también su bienestar mental.