La Secretaría de Educación Pública (SEP) afirmó en un comunicado que las autoridades estatales tienen atribuciones para ajustar el calendario escolar de educación básica y normal según sus necesidades.

Luego que el gobernador de Nayarit, Ney González, anunció el martes que se anticipará la conclusión del ciclo escolar 2009-2010 en Nayarit, la dependencia que encabeza Alonso Lujambio destacó que será respetuosa de esa decisión, aunque recordó que es obligatorio impartir 200 días de clases por ciclo.

Profesores de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) aseguraron que el fin adelantado de cursos en Nayarit es una prueba más de que la guerra de Felipe Calderón contra el narcotráfico fracasó. El mensaje para la población es muy claro: los niños no están seguros ni en la escuela.

Destacaron que en Tamaulipas, San Luis Potosí, Michoacán, Veracruz y el estado de México, entre otras entidades, se han dado casos de alumnos y profesores que se niegan a ir a las escuelas por temor a morir en una balacera o a ser extorsionados.

La sección 20 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) rechazó las declaraciones de Ney González, quien el martes acusó a maestros y directores de escuelas de propalar rumores de supuestas balaceras y tomas de planteles por parte del crimen organizado, lo que ha causado sicosis en Tepic.

En la Cámara de Diputados, el tema generó opiniones encontradas. El presidente de la Comisión de Defensa, Ardelio Vargas Fosado, dijo que la determinación del gobernador alienta la sicosis entre los ciudadanos.

Cora Pinedo, de Convergencia, consideró que la decisión del gobierno nayarita es positiva, porque salvará vidas y permitirá una mejor movilidad de las fuerzas de seguridad.

Mientras, la Dirección de Servicios Regionales de la Secretaría de Educación de Guerrero anunció que, a petición de padres de familia, este jueves y viernes se suspenderán clases en dos planteles de prescolar de Taxco de Alarcón, un día después de que un enfrentamiento entre elementos del Ejército y presuntos delincuentes dejó al menos 15 muertos y cinco heridos.