Regresar al país después de cinco años de su más reciente visita es motivo de enorme alegría y emoción para el tenor Rolando Villazón, quien ayer expresó su admiración por el pueblo de México: para mí, todos los mexicanos son héroes.

La nuestra, explicó, es una sociedad valerosa que sabe enfrentarse e imponerse a las diversas problemáticas que la aquejan: Ahora, a mi regreso, veo un México con muchas posibilidades; sí, con dificultades, como ocurre en otras partes del mundo, pero éste es un país con ganas, que al mismo tiempo no se desanima, dispuesto a luchar y a seguirle entrando. Ojalá (sea) un México que va a salir adelante.

En varios momentos dicharachero y bromista, el intérprete encaró de buen talante las diversas preguntas que se le formularon durante los 40 minutos de la conferencia de prensa convocada la tarde de ayer para anunciar el concierto que este jueves ofrecerá en el Auditorio Nacional.

Esta presentación marca el comienzo de una gira mundial con la que Villazón promocionará su nuevo disco compacto, ¡México!, grabado por el prestigiado sello Deutsche Grammo-phon, en el que interpreta una selección de 16 de las mejores canciones de la música popular mexicana, entre ellas de Agustín Lara, Consuelo Velázquez, María Grever y Manuel M. Ponce.

El único momento serio e incluso tenso de la sesión fue cuando se le preguntó al tenor si la enfermedad que lo mantuvo alejado un año de los escenarios era cáncer en la garganta. Fue la primera ocasión en que se refirió a esa situación, cuando menos de forma pública.

“Nunca hubo cáncer; afortunadamente ese mal quedó descartado desde el principio. Era un quiste interno en la cuerda vocal. Mi vida nunca estuvo en peligro. Lo que hicieron fue quitármelo y después estuve un año en rehabilitación, algo similar a lo que pasa con los futbolistas cuando se lesionan. Y ahora estoy de regreso (desde marzo), a partir de El elíxir de amor.”

Aunque se le pidió con insistencia su opinión o impresión sobre el estado que mantiene la ópera en México hoy día, el intérprete respondió de forma también reiterada que por tantos años de lejanía del país no estaba en posición de emitir un juicio válido.

De lo que sí se aventuró a hablar fue de la gran capacidad del país para seguir generando voces de gran calidad, en lo que son elementos de referencia e inspiración todos aquellos intérpretes nacionales que trabajan en el extranjero.

En cualquier parte del mundo, siempre me encuentro con cuando menos un cantante mexicano. Están los consagrados, como Ramón Vargas, Francisco Araiza y Fernando de la Mora, pero también muchos jóvenes. Podemos sentirnos orgullosos en el país de tener representantes tan talentosos.

Apoyo al talento

Respecto del disco, Villazón comentó que es un proyecto acariciado desde hace varios años y fue ahora, con las conmemoraciones patrias de este 2010, que se dio el pretexto y la oportunidad.

Sostuvo que las canciones incluidas en el álbum forman parte de esa música luminosa y sonriente que definen al mexicano y su cultura en el mundo; es música que conoce y con la que creció, que le sale del corazón, la piel y el alma.

A pregunta expresa, afirmó que de ninguna manera “nadie se rebaja por cantar este tipo de repertorio; por el contrario, se eleva, al ser música de la más difícil. Cierto, no tiene comparación con la ópera, pero son músicas diferentes, cada una tiene su nicho. Cantar un aria es complicado, pero no es menos que cantar Solamente una vez. Uno debe cantar la esencia, el contacto emotivo”.

De acuerdo con el tenor, resulta falso que las compañías disqueras anden en búsqueda de un nuevo Luciano Pavarotti o Plácido Domingo.

Las disqueras no buscan hacer un nuevo divo, sino que apoyan el talento.

Para concluir, Rolando Villazón explicó que entre sus próximos compromisos debutará en enero de 2011 como director escénico en el montaje de la ópera Werther, de Jules Massenet, en Lyon, Francia, además de prepararse desde ahora para una obra de ese género que actualmente se escribe y será estrenada dentro de tres años en la Casa de la Ópera de Berlín, con la dirección de Daniel Baremboim.