l 8 de junio el New York Times (NYT) informó que había obtenido un estudio elaborado por el Centro Nacional de Inteligencia sobre Drogas, adscrito al Departamento de Justicia de EU, en el que se dice que la creciente oferta de anfetaminas se debe al incremento de la fabricación de esta droga en México. Una de las razones, dice el informe, es que los cárteles de la droga han logrado evadir las barreras a la importación de los productos químicos para producirlas. De acuerdo con el NYT, el informe no se ha distribuido como estaba previsto por diversas razones: la creciente tensión fronteriza causada por la violencia relacionada con el tráfico de drogas; la protesta de México porque consideró infundado otro informe que el mismo centro publicó anteriormente, en el que describe la situación del tráfico de drogas en México en términos alarmantes; como un gesto de cortesía diplomática del gobierno de EU, previo a la visita del Presidente mexicano a ese país.

También el 8 de junio en el mismo diario apareció la información de que un agente de la Patrulla Fronteriza disparó y mató a un menor de 14 años que jugaba con otros amigos en el puente internacional entre Ciudad Juárez, Chihuahua y El Paso, Texas. El gobierno mexicano expresó una enérgica protesta por lo que se presume fue un exceso de uno de los elementos que integran la Patrulla Fronteriza. Fue absurdo y desproporcionado el responder con balas a menores que arrojan piedras, según declaró un diplomático mexicano. Antes, otro mexicano murió cuando era custodiado por elementos de la misma Patrulla Fronteriza. A petición de las autoridades consulares mexicanas se ha abierto una investigación por lo que se considera una violencia excesiva por parte de los elementos de esa corporación. Según testigos, lo golpearon y sometieron mediante la descarga de una pistola eléctrica que le causó la muerte cerebral. En ambos casos existe la promesa de las autoridades estadounidenses por aclarar lo sucedido.

Llama la atención que la publicación del informe en el que se evidencia el descontrol del gobierno de México en la guerra en contra del narcotráfico, aparezca en la misma semana en la que el gobierno mexicano protestó y pidió una investigación sobre la muerte de dos de sus connacionales.

Puede ser sólo una coincidencia pero es extraño, o tal vez no tanto, que esta serie de actos se presente en momentos en que crece la crítica y la presión de algunos círculos conservadores que consideran que el gobierno de EU ha faltado a su obligación de frenar la migración indocumentada. Según dicen, ahora viene acompañada con la violencia relacionada al narcotráfico. No sería raro que los sucesos violentos de la última semana en algunos estados mexicanos también den pie a que esos mismos grupos conservadores sugieran que el gobierno mexicano tampoco hace su trabajo con la eficiencia que se espera de él, a pesar de la ayuda que tan vehemente ha reclamado para hacerlo.