Lunes 14 de junio de 2010, p. 38
Bruselas, 13 de junio. Los independentistas de la Nueva Alianza Flamenca (NVA) arrollaron en Flandes, región del norte, en las elecciones legislativas celebradas este domingo en Bélgica, victoria inédita que ampliará la brecha con los francófonos y podría acabar por escindir el reino.
Dirigida por un joven historiador, Bart de Wever, la NVA obtuvo 29.1 por ciento de votos en la región de Flandes, donde viven 60 por ciento de belgas, según resultados con el escrutinio de 73 por ciento de sufragios.
La NVA quedó claramente adelante del partido democristiano flamenco, el CD&V, del primer ministro saliente Yves Leterme, que reunió 18.4 por ciento de votos.
Se trata de un triunfo sin precedente para un partido que aboga por la independencia de la próspera Flandes respecto de la otra gran región del reino, Valonia (sur), empobrecida y de mayoría francófona.
Los resultados son extraordinarios
, se felicitó De Wever, preconizando una gran reforma del Estado que permita a los flamencos obtener mayor autonomía económica y social.
De Wever quiso, no obstante, enviar un mensaje tranquilizador a los francófonos al ser interrogado sobre si trabajará por la independencia de Flandes y los invitó a no tener miedo
.
No estallará
el país
Soy favorable a una evolución. Si Bélgica debe desaparecer un día, tiene que hacerlo etapa por etapa
, afirmó, negando así que busque hacer estallar
el país.
Del lado francófono, el Partido Socialista, dirigido por Elio di Rupo, se situó en los comicios de este domingo a la cabeza, con 33.8 por ciento de votos en Valonia y Bruselas, enclavada en Flandes pero de mayoría francófona, escrutado 75.8 por ciento.
Más de siete millones de electores estaban convocados a elegir a los 150 diputados federales en estos comicios anticipados, cuyos resultados definitivos se darán a conocer la noche del domingo.
Paradójicamente, la victoria de la NVA podría conducir por vez primera desde los años 70 a un francófono a asumir el puesto de primer ministro, probablemente el dirigente socialista Di Rupo.
De Wever reafirmó el domingo que no está interesado en el cargo y aseguró estar dispuesto a sacrificarse
y dejar a un francófono la tarea de dirigir el próximo gobierno federal.
Di Rupo señaló que los electores flamencos enviaron una señal fuerte
en favor de una mayor autonomía.