El Museo José Luis Cuevas aloja la exposición de 21 cuadros realizados a partir de 2007
esas respuestas de largo plazo fue la alternancia en el poder, algo que aún está por encontrar su dimensión, señaló Luquín en entrevistaFoto María Meléndrez Parada
Lunes 14 de junio de 2010, p. a11
Respuestas de largo plazo es el título que el pintor Antonio Luquín eligió para la exposición de 21 obras que montó en el Museo José Luis Cuevas (Academia 13, Centro Histórico), que se refiere, entre otras cosas, a una situación que vivimos en México a diferentes niveles
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En cuestiones, por ejemplo, ambientales, se han dado algunos pasos muy tímidos en este dirección, muy criticables, algunos, pero todo esto va a tener repercusión, sobre todo con las generaciones jóvenes. No son respuestas que se den inmediatas, son cosas que suelen demorar décadas
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Una de esas respuestas de largo plazo fue la alternancia en el poder. Ese asunto se empezó a perfilar desde finales de los años 60 del siglo pasado, y es algo que todavía está por encontrar su dimensión
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Las respuestas de largo plazo
es el tema que Luquín desarrolla en todos sus cuadros a partir de 2007, expresado plásticamente de manera un tanto velada, aunque a veces más evidente. El cuadro Petrificados (2009) es “mi comentario a la dificultad de diálogo en la República Mexicana. El diálogo se ha petrificado o así parece, pero también ahoga a la ciudad de México. Nos ahoga y estamos un poco a la expectativa de ver qué deciden quienes discuten la vida nacional.
Estoy convencido de que tiene que haber un emoliente; en vez de chocar y sacar chispas, estas piedras tienen que convertirse en lava otra vez y establecer un flujo caliente de discusión. Por el momento son piedras; lo único que trato de comentar es que están petrificados y que estamos sitiados por ese diálogo duro, ríspido de los poderes, de los partidos políticos.
Pero, respuestas de largo plazo
también tiene un aspecto nostálgico: en la sala fue instalada un buzón con sobres y hojas blancas para que los visitantes se las lleven y escriban a sus seres queridos. Lo que se plantea es que también las personas que nos quieren y que no viven cerca de nosotros necesitan diálogo, no nada más por teléfono, no nada más por Internet y mucho menos el Twitter, que es información básica para evadir una balacera, probablemente. Lo que necesitamos es fortalecer el tejido social mediante el diálogo, y el más intenso son las cartas
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La exposición también incluye tres cuadros de los años 90, lo cual me autoriza a presentarme como pintor urbano, porque con la obra de 1992 realmente empezaba con ese tema
. Sus pinturas son metáforas de situaciones, aunque aclara que no todos. Procuro hacer ese comentario social de una manera que considero la más apropiada para mí. En realidad, no puedo expresarlo de otra manera, sino por medio de estas obras
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Vivimos tiempos aparentemente catastróficos, pero muy ricos en posibilidades y planteamientos que aún no se resuelven. Tuve un periodo catastrofista en los años 90, todavía hay polvo de aquellos lodos.
Para el artista, la pintura es un diálogo entre lo que somos, o lo que soy, lo que quiero y lo que recuerdo. Es un poco la concatenación de fuerzas; el pasado y el futuro es el hoy de nosotros. Si no tuviéramos planes a futuro, estaríamos estancados.