El 24 de junio será el estreno mundial de Anita, ópera de Melesio Morales
No deseamos festejar a México desde la retórica política, sino con la historia musical, afirman atrilistas
Se busca revertir la inercia de siempre montar las mismas obras
, aseveran
Lunes 14 de junio de 2010, p. 8
En torno al centenario y bicentenario, hay de conmemoraciones a conmemoraciones. El Conservatorio Nacional de Música ha elegido una, distante del fasto y la chabacanería, pero muy significativa: el estreno mundial, el 24 de junio a las 19 horas, de una ópera de Melesio Morales, el compositor mexicano más importante del siglo XIX
.
La obra en cuestión se llama Anita, fue compuesta en 1903, y cuenta la historia de una mexicana que se enamora de un soldado enemigo durante una de las batallas libradas en Puebla en 1867, contra el ejército invasor francés.
El hecho histórico concreto es el asalto efectuado por las fuerzas mexicanas comandadas por Porfirio Díaz al cuartel francés en Puebla, la madrugada del 2 de abril. Fue la batalla que definió la victoria de la República sobre el imperio de Maximiliano.
Karl Bellinghausen señala el conflicto interno que debió significar para Melesio Morales escribir una ópera que celebraba la derrota del imperio, luego del apoyo que había recibido de Maximiliano.
De acuerdo con el investigador, Morales sostenía que, a pesar de ser un emperador impostor
, Maximiliano era una persona fenomenal a la que no podía menos que amársele; fue un conflicto por el que muchos atravesaron
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Pieza de espléndida factura
Para Ricardo Miranda, director del Conservatorio Nacional de Música, y Karl Bellinghausen, pianista e investigador musical especializado en la obra de Morales, Anita hace una exaltación de esa batalla y fue concebida para estrenarse dentro de los festejos del primer centenario de la Independencia, lo cual, por diversas circunstancias no se llevó a cabo.
El libreto de Anita es del italiano Enrique Golisciani, un autor con bastante renombre, también creador de libretos para una ópera sobre Cristóbal Colón, musicalizada por el hijo de Melesio Morales.
–Musicalmente, ¿es de buena factura la obra?
Responde Ricardo Miranda:
–Es de espléndida factura. Es incómodo decirlo porque hablo como director del Conservatorio, pero también como musicólogo. Morales es un compositor central en la historia musical de México, hemos tenido pocos autores de esa monta. No es una ópera fácil, nos propone cosas diferentes, nos lleva a oír de manera distinta. Ahí también hay un valor y una aportación.
–¿Fue elegida por su carácter histórico, por el tema que aborda?
–Sí, pero también porque no queremos caer en el lugar común de tocar una vez más el Huapango, de Moncayo. Nos interesa lo que puede decir el Conservatorio respecto de su propia historia y de la del país.
Tenemos una historia musical incompleta, llena de huecos, que merece ser revisada y necesita recuperarse. Absurdamente nos sentimos orgullosos de ciertos símbolos musicales que pueden tener o no mérito, pero lo cierto es que la mejor música de este país no es del dominio público. Bellas Artes, por ejemplo, nunca ha puesto en escena una ópera mexicana del siglo XIX, siempre están montando las mismas óperas. Tratamos de revertir esa inercia.
Con el montaje de Anita “también queremos poner el dedo sobre un renglón muy importante: Morales fundó el Conservatorio Nacional de Música, el cual fue el proyecto musical más relevante del siglo XIX y ha sido cuna de todas las instituciones creadas después, empezando por el Instituto Nacional de Bellas Artes, además de todas las escuelas de educación artística: la de teatro, la de danza, la de oratoria. Fue el proyecto cultural más importante de todo un siglo y creo que es el momento de mostrarnos orgullosos de esa herencia.
“Y que mejor manera de reconocer esa herencia que mostrar, mediante el montaje de Anita, las voces del conservatorio, los cantantes que aquí se forman, pero también contamos con la participación destacada de los jóvenes de la Escuela de Arte Teatral.
No queremos festejar a México desde la retórica política, con fuegos artificiales, con la pirotecnia del 15 de septiembre, señalando lugares comunes, sino mostrando la historia musical que nos enorgullece, con quien nos enorgullece más que son nuestros alumnos.
Obras de calidad por conocer
Leszek Zawadka, maestro de canto en el Conservatorio, señala que las líneas de canto de Anita son endiabladamente difíciles, pero de una belleza increíble, sin embargo, la hemos trabajado muy bien, llevamos dos años de labor, principalmente la cuestión vocal
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Esa ópera consta de un acto y tres cuadros, con cuatro personajes principales, un coro de adultos y un coro infantil; la música estará a cargo de la Orquesta del Conservatorio, bajo la dirección de Francisco Savín.
Explica Leszek Zawadka que las características del recinto no permiten una escenografía fastuosa, y tampoco esa era la idea: La nueva tendencia mundial, incluso en espacios de mucho prestigio, son más bien las escenografías simbólicas, con grandes espacios y el empleo de figuras geométricas
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El montaje de Anita –expone Ricardo Miranda– también es una manera de mostrar los tesoros
que posee el Conservatorio Nacional, con la biblioteca de música mexicana más importante que existe, con un fondo reservado perfectamente digitalizado y un banco de aproximadamente 3 mil imágenes.
En general “tenemos una idea muy pobre de lo que es la música mexicana, porque hay muchas cosas de calidad que no conocemos y Anita lo mostrará ampliamente”.
El estreno mundial de Anita será en el auditorio Silvestre Revueltas del Conservatorio Nacional de Música (Presidente Masarik 582, Polanco).