Johannesburgo, 12 de junio. El gran favorito del grupo D, Alemania, tiene este domingo un estreno teóricamente tranquilo ante Australia, considerado el equipo más débil de su llave, mientras que serbios y ghaneses protagonizarán un duelo más igualado con la mente puesta en ser segundos.

Desde el sorteo de diciembre en Ciudad del Cabo, los germanos, tres veces campeones mundiales y una de las grandes potencias históricas, han sido situados como candidatos casi inamovibles al liderato, algo que no debería quebrantar Australia, que intentará repetir el digno papel de 2006, cuando llegó a octavos, fase en la que puso en aprietos a Italia, a la postre campeón.

Los australianos, que hace una semana perdieron en su lista de 23 al arquero Brad Jones por motivos familiares, se enfrentarán a una Alemania que llega pletórica de moral y con la autoestima por las nubes, tras su paseo por los amistosos de preparación ante Malta (4-0), Hungría (3-0) y Bosnia (3-1).

Es la mejor selección alemana en la que he jugado, declaró el defensa Philipp Lahm, finalista con el equipo nacional en el Mundial 2002, tercero cuatro años más tarde ante su público y subcampeón europeo en 2008.

Todo mundo ve a Alemania llegar lejos. Mejor para nosotros, así no tenemos nada qué perder, señaló la estrella de Australia, Tim Cahill, curtido en las batallas del Everton inglés.

En el otro pulso de la llave D, las cosas parecen más equilibradas, con Serbia y Ghana como teóricos candidatos a acompañar a los alemanes a octavos de final, por los que su enfrentamiento directo cuenta con una importancia añadida.

Las Estrellas Negras se estrenan con la complicada meta de hacer olvidar la baja por lesión de Michael Essien, una de las grandes ausencias de Sudáfrica 2010, algo que los serbios, que se han convertido en un equipo temible y muy ordenado bajo la batuta de Radomir Antic, buscan aprovechar.

En medio de la fiebre patriótica, Milovan Rajevac se convertirá en el peor enemigo de su propio país, pues el técnico de Ghana se medirá a sus compatriotas. Rajevac forma parte de una tradición del seleccionado africano a lo largo de la pasada década, desde que se convirtió en el tercer serbio en dirigir al combinado africano, después de Milan Zivadinovic (en 2002) y Ratomir Dujkovic (2004-2006).

Seguramente sentiré algo especial cuando empiece el partido, pero tengo claro cuáles son mis prioridades y sólo pensaré en lo mejor para Ghana. Eso sí, luego espero que ambas selecciones se clasifiquen a octavos de final, reconoció Rajevac.