Teherán reprocha a México su apoyo a la penalidad impulsada por Estados Unidos
Afirma el premier Putin que Teherán podría castigar a Moscú por incumplimiento de contratos
Sábado 12 de junio de 2010, p. 20
Moscú, 11 de junio. Rusia anunció hoy su decisión de congelar un contrato para la compra de un sistema de misiles S-300, en correspondencia con las sanciones comerciales y financieras impuestas por el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU) a Irán, el miércoles pasado, y a contracorriente de la política de cooperación militar y energética que Moscú ha mantenido con Teherán en años recientes.
Portavoces del gobierno ruso señalaron el jueves que la resolución 1929 del órgano ejecutivo de la ONU no tendría efecto sobre el contrato de adquisición del sistema defensivo, pero este viernes no sólo se dio marcha atrás a esta postura, sino que, además, el ministro de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov, informó a los medios que el presidente Dimitri Medvediev prepara un decreto que detallará la lista de armas que el Kremlin se abstendrá de vender a la república islámica.
Los iraníes están muy insatisfechos, ahora tratarán de imponer castigos por el no cumplimiento del contrato
, afirmó el jefe de gobierno ruso, Vladimir Putin.
Por presiones de Israel, Rusia ya había retrasado el cumplimiento del contrato relativo a los S-300. El embargo comercial-militar impuesto a Teherán incluye armas pesadas convencionales, que abarca los sistemas de misiles y tanques. Los transportes artillados, como los helicópteros de combate, también quedaron fuera del alcance de Irán.
La aprobación de la cuarta ronda de sanciones de la ONU a Irán –basadas en el supuesto de que pretende utilizar su tecnología nucleoeléctrica con fines bélicos– fueron aprobadas por el Consejo de Seguridad después de que las cinco potencias poseedoras de armas atómicas (Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, China y Rusia), más Alemania, lograron ponerse de acuerdo sobre el alcance de las medidas.
Las primeras medidas del Consejo de Seguridad contra Teherán, por su programa nuclear, fueron establecidas en 2006.
Moscú y Pekín resistieron durante varios meses las presiones de las potencias occidentales para aumentar las sanciones a Teherán, a fin de evitar el deterioro de sus relaciones con su vecino asiático, con el cual han colaborado en proyectos comerciales y energéticos.
A consecuencia de la postura china en el Consejo de Seguridad, funcionarios iraníes dijeron que en la relación bilateral con el Kremlin habrá efectos negativos.
Una visita del presidente iraní Mahmud Ahmadinejad a Shangai, hoy, sin encuentros con autoridades chinas, fue interpretada por agencias internacionales de noticias como primera señal de distanciamiento entre los gobiernos.
Respecto al voto de México en la ONU, la embajada de Irán en la capital mexicana emitió un comunicado en el que protesta enérgicamente
y lamenta profundamente
su decisión porque sabe
que Teherán posee el derecho de enriquecimiento de uranio, basado en el Tratado de No Proliferación Nuclear, al cual están adheridos ambos estados.
La decisión del 9 de junio en Nueva York es como elegir la vía de la confrontación y no la vía diplomática, considerándola también una medida discriminatoria e injusta
, agregó la legación iraní, que destacó el hecho de que la diplomacia mexicana pidió el voto iraní para ser elegido miembro no permanente este año del Consejo de Seguridad de la ONU.
Para ahondar en los argumentos de Estados Unidos contra el programa nuclear iraní, el jefe del Pentágono, Robert Gates, dijo hoy que lo que preocupa a todos es que Teherán se acerca al umbral de las armas atómicas
.
Reconoció que los técnicos iraníes tardarán todavía unos tres años en conseguir esa tecnología, pero eso no incluye ni la fase de fabricación de un arma ni el desarrollo de un vector
apto para lanzar un proyectil.