El Museo de Brooklyn abrirá la exposición La última década
Durante mucho tiempo se guardó para el ámbito privado su devoción religiosa
Sábado 12 de junio de 2010, p. a11
Nueva York, 11 de junio. Como pionero del arte pop, Andy Warhol labró su camino a la fama con sus características cajas de jabón Brillo y latas de sopa Campbell.
Sin embargo, una nueva exposición muestra que el arte pop apenas fue una fase de siete años del artista en los años 60, antes de zambullirse en la década de 1980 en el arte abstracto y la imaginería cristiana, particularmente en sus versiones de La última cena.
Frívolo, descarado y extravagante como personalidad del mundo del arte, Warhol se guardó para el ámbito privado su devoto catolicismo durante mucho tiempo.
Sólo sus más estrechos confidentes sabían que era una persona religiosa y que iba con frecuencia a misa
, dijo Sharon Matt Atkins, curadora de la exposición Andy Warhol: The Last Decade que se abrirá el 18 de junio en el Museo de Brooklyn.
Es poco conocido que Warhol acudía a la iglesia en el lujoso Upper East Side, de Manhattan, a años luz de su famoso estudio Factory del centro, frecuentado por personas excéntricas.
En la mitad de su vida, el creador comenzó a explorar los temas religiosos en su arte.
Después de que Warhol cumplió 50 años, comenzó a reconsiderar su carrera
, dijo Atkins. También empezamos a ver a Warhol reflejando lo inevitable de su propia muerte
, añadió.
El año anterior a su fallecimiento –a los 58 años, en 1987–, Warhol creó más de un centenar de obras inspiradas en el fresco milanés La última cena, de Leonardo da Vinci.
Para un artista obsesionado con la muerte, la última cena del Señor funcionaba como la pintura en la que se consumía el desastre
, dijo Joseph Ketner, quien fue curador de la muestra en el Museo de Arte de Milwaukee, donde se exhibió primero.
La imagen de Cristo y los discípulos lo obsesionaban
, escribe Ketner en el católogo de la exhibición.
Tres de las obras de La última cena son monumentales, con longitudes entre 7.6 y 10.7 metros, y una de ellas está bañada en amarillo.
Otra pieza yuxtapone cuatro cristos con un trío de motocicletas, un águila roja que desciende y una etiqueta de 6.99 dólares, muestra de la irreverencia exterior de Warhol pero también reveladora de su espiritualidad interna, según Atkins.
El cuadro más grande tiene 112 retratos de Cristo, que recuerdan a los iconos repetidos del arte bizantino, dijo Atkins.
Los padres de Warhol, inmigrantes de Eslovaquia, lo criaron en el catolicismo bizantino, que contaba con una iglesia en el Pittsburgh natal del artista.
El giro de Warhol hacia el arte abstracto, también después de los años 50, domina la primera sección de la exposición. La influencia de las pinturas desordenadas de Jackson Pollock es clara en la serie Yarn (Hilados).