Veracruz, Ver., 10 de junio. El candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la gubernatura, Javier Duarte de Ochoa, contestó no estoy loco cuando le preguntaron si aumentará impuestos si gana las elecciones del 4 de julio. Además, ofreció combatir a la inseguridad.

La noche del miércoles los tres candidatos a la gubernatura de Veracruz se presentaron en la filial de Televisa en Veracruz, pero no a debatir: Dante Delgado Rannauro, Miguel Ángel Yunes Linares y Duarte de Ochoa expusieron al aire, por 20 minutos, las principales propuestas de sus proyectos de gobierno, pero nunca aparecieron juntos en pantalla ni en el foro.

El primero en llegar al estudio de televisión con el conductor Rogerio Pano fue el candidato de la alianza Viva Veracruz (PAN-Panal), Miguel Ángel Yunes. Continuó Dante Delgado, de la coalición Para Cambiar Veracruz (PRD-PT-Convergencia), y cerró Javier Duarte, de la alianza Veracruz para Adelante, del PRI y el Partido Verde Ecologista de México.

Yunes dijo que en Veracruz todos tienen derecho a vivir tranquilos y en paz; además retó a Duarte a que ambos se sometan a una prueba de polígrafo. Yunes dijo que responderá todas las preguntas que le formule su contrincante priísta y sólo le hará dos: si utilizó recursos públicos en beneficio propio cuando fue secretario de Finanzas de Veracruz, y si se sirve del erario en su campaña.

En su oportunidad, Duarte ni siquiera llamó a su adversario panista por su nombre y se limitó a decir que algunos quieren vender espejitos con el tema del impuesto a la tenencia vehicular, gravamen que, recordó, será eliminado por la Federación en 2012, mientras Veracruz lo hará en 2011.

Duarte también aprovechó el tema de la seguridad para condenar el asesinato del matrimonio Hakim-Hernández Palacios, cometido esta semana en Jalapa. Delgado Rannauro afirmó que en Veracruz hay robos, extorsiones, asesinatos, secuestros y levantones de los que nadie quiere hablar.

Los tres aspirantes a gobernar Veracruz ocuparon la mayor parte de su tiempo en prometer caminos, escuelas y otras obras. El priísta afirmó que eliminará gravámenes a empresas y reducirá el impuesto de 2 por ciento sobre nóminas.