Así como Sergio Pérez dejó atrás, para el historial la victoria que consiguió en el circuito de Mónaco, al ganar en la tercera fecha de la Serie GP 2, el piloto jalisciense se mantiene cauteloso ante la posibilidad de dar el salto a la Fórmula Uno.

De paso en esta ciudad para atender la invitación del presidente Felipe Calderón, a quien visitó ayer por la mañana en Los Pinos, Checo se reunió con los medios de difusión.

Respecto de la inquietud que prevalece sobre su camino hacia la F-1 se mostró consciente del reto, el cual espera enfrentar con el título de la GP 2, sobre todo con la experiencia que le dará esta temporada, pues de no responder al dominio que exige la máxima categoría de fórmulas correría el riesgo de quedarse en el camino, como muchos, además de que el talento en solitario no es suficiente en el máximo circuito sin el respaldo de los grandes presupuestos.

“Es difícil entrar a la Fórmula Uno, especialmente en estos momentos en que no hay pruebas –durante la campaña–. Es complicado que como piloto novato los equipos te tomen en cuenta; prefieren alguien de experiencia o con dinero”, expuso el conductor de 20 años, quien después de su triunfo en Mónaco y algunas fallas del equipo en la primera y tercera carreras, marcha cuarto en el campeonato de la GP 2.

Estamos en problemas por ese lado, que necesitamos recursos. Creo que requerimos más empresas que se unan a este proyecto y que se puedan subir con nosotros al sueño que es la F-1, anotó el piloto, quien ha corrido en Europa desde hace más de siete años, la mayoría con la escudería Telmex, que ahora lo respalda en el equipo español Barwa Addax.

Indicó que hay ofertas de escuderías, “pero hay que estar conscientes de que aquí todo cambia muy rápido. Si tienes un mal fin de semana se olvida lo que ha pasado; como dicen, el piloto vive de su último fin de semana.

Hasta el momento he tenido tres en los que me he mostrado bien, pero tengo los pies en la tierra de que esto cambia rápido.