Colegas del músico Omar Hernández-Hidalgo manifestaron ayer su consternación ante la trágica muerte de quien era considerado uno de los mejores intérpretes de viola en América Latina.

La familia del atrilista informó que hoy a las 13 horas concluirán los servicios funerarios en Tijuana, Baja California, en la agencia San Gabriel.

El músico será cremado y sus cenizas trasladadas a la ciudad de México, en fecha todavía por definir, para que le rindan homenaje sus amigos y algunos de los compositores que escribían música para el violista.

Como publicó ayer La Jornada, Hernández-Hidalgo, de 38 años, desapareció el lunes 31 de mayo en Tijuana y su cuerpo sin vida, con señales de violencia, fue encontrado la madrugada del pasado domingo dentro de su automóvil.

El director de la Orquesta de Baja California (OBC) –a la que perteneció el músico hasta hace un año–, Eduardo García Barrios, dijo ayer que lamentaba el deceso y que desde el Centro de Artes Musicales se emitiría un comunicado para exigir a las autoridades el pronto esclarecimiento del crimen.

Añadió que los conciertos que ofrecerá la OBC este fin de semana en Tecate y Mexicali estarán dedicados a Hernández-Hidalgo, así como a la compositora Joe de González, fallecida el pasado miércoles y también muy cercana a esa agrupación.

En la ciudad de México, el director Miguel Salmón del Real dedicó ayer el Réquiem, de Maurice Duruflé, que interpretó el coro de la Escuela Superior de Música en su sede de Coyoacán, a la memoria y a la música inmortal de nuestro entrañable Omar Hernández-Hidalgo, cuyo sorpresivo deceso constituye una tragedia humana, artística e histórica.

Otra voz que también manifestó su tristeza por el deceso del violista, en el Facebook de Salmón del Real, fue el flautista y compositor Alejandro Escuer, quien recordó su cercanía a Omar entre 1997 y 2004: los dos ganamos un premio juntos y compartimos el escenario muchas veces. Que descanse en paz.

En ese mismo foro, el también flautista Horacio Franco comentó: Espero que este horrendo crimen no quede como otros tantos, impune. Pero lo más grave es lo que le ha quitado a nuestra música: uno de los grandes talentos mexicanos que aún tenía muchísimo que darnos.