Bajo la presión de intereses que llegan a niveles de 65 por ciento al año, anualidades de 440 pesos por uso, estrechez económica y desempleo en buena cantidad de casos, durante los primeros tres meses de este año más de 2.6 millones de mexicanos cancelaron sus tarjetas de crédito.

Reportes del Banco de México indican además que el financiamiento bancario a través del manejo de plásticos cayó en 47 mil 600 millones de pesos, un desplome de 23.3 por ciento entre marzo de 2009 y el mismo mes de este año.

Las tarjetas de crédito como medio de pago son el principal instrumento del crédito al consumo en el sistema financiero mexicano. Pero a causa de la difícil situación económica de la mayoría de la población, el financiamiento con este instrumento pasó de 244 mil 600 millones de pesos, a 197 mil millones de forma anualizada, de acuerdo con los informes del banco central.

Sólo entre el cierre de diciembre de 2009 y 31 de marzo de este año, un total de 688 mil 84 tarjetahabientes dejaron de utilizar sus plásticos como medio de pago y recurrieron a otros instrumentos como el efectivo o los cheques. Esto representó que un promedio de 7 mil 645 mexicanos cada día, incluidos fines de semana, vacaciones y días festivos, suspendieron el uso de sus plásticos.

Con más de dos meses de retraso, el Banco de México liberó apenas el jueves el reporte del primer trimestre del año sobre los sistemas de pago, donde se ubican las tarjetas de crédito. En el seguimiento que da el banco central se observa que de 24 millones 507 mil 704 que la banca comercial del país tenía emitidas hasta el primer trimestre del año pasado, en el periodo correspondiente a 2010 se registraron 21 millones 866 mil 509, una baja de 10.77 por ciento, correspondiente a 2 millones 641 mil 195 plásticos.

Pero la situación se observa todavía más grave si se considera que unas son las tarjetas de crédito emitidas y otras las utilizadas en el trimestre para realizar alguna transacción financiera. Con una existencia de 24 millones 507 mil 704 tarjetas de crédito en el país, durante el primer trimestre del año pasado sólo 70.5 por ciento fueron utilizadas, es decir, apenas 17 millones 292 mil 308. Para el mismo periodo de este año únicamente se usaron 14 millones 935 mil 660 plásticos, de un universo de 21 millones 866 mil 509 emitidos por la banca comercial.

Junto con la caída en el uso de las tarjetas, bajó también el crédito vigente en este sistema de pago. Los datos del Banco de México revelan que el financiamiento otorgado ha tenido un constante descenso desde febrero de 2009, cuando fue de 250 mil millones de pesos; éstos bajaron a 244 mil 600 millones en marzo de ese año y a 207 mil 500 millones para diciembre. La cifra siguió cayendo, y en febrero fueron apenas 201 mil 100 millones, los cuales volvieron a retroceder en marzo para ubicarse en 197 mil millones de pesos. Esto representa una caída anualizada de 23.3 por ciento.

Reportes sobre el mismo tema ubican al segmento de tarjetas de crédito con uno de los mayores índices de morosidad del sistema bancario comercial, con 7.26 por ciento. Esto significa que los usuarios de tarjetas de crédito dejaron de pagar sólo en marzo 15 mil 421 millones de pesos.

Crédito caro

Los clientes de tarjetas de crédito están sujetos a cargos diversos por los bancos emisores, como anualidades de 440 pesos en promedio, que en el caso exclusivo de las denominadas clásicas se elevó en 4.8 por ciento.

Además, se cobran intereses que representan una fuerte carga para los usuarios. Por ejemplo, de acuerdo con los reportes del Banco de México, la tasa de interés que se cobra a los clientes de BanCoppel fue la más alta del mercado, con 61.5 por ciento. Le siguió de cerca la aplicada en los plásticos de BNP Paribas, con 52.1 por ciento; Banco Fácil, con 55.9 por ciento y Banco Invex, con 50 por ciento. La tasa promedio ponderada para tarjetas de crédito en el sistema bancario fue de 27.5 por ciento.