Aunque de forma paulatina el padrón de votantes deja de ser tema polémico, el Instituto Federal Electoral (IFE) mantiene partidas elevadas para financiar la vigilancia de su actualización, que hacen los partidos.

Durante 2010 el organismo canalizará 29.8 millones de pesos a la Comisión Nacional de Vigilancia (CNV) y al Comité Nacional de Supervisión y Evaluación (Conase). De esa cantidad, más de 70 por ciento se destinará a salarios y apoyos del personal, integrado en su mayoría por representantes partidistas.

En 2009, por considerarse año electoral, los montos asignados por el IFE a los dos organismos responsables de la vigilancia del padrón electoral ascendieron a casi 34 millones de pesos.

Para este año, en el que hay comicios en 15 estados, la partida se redujo poco más de 4 millones de pesos.

En 2009, la partida originalmente destinada al Conase debió incrementarse 25 por ciento, con el fin de sufragar los gastos de los representantes partidistas.

Los apoyos económicos al Conase pasaron de poco más de 13 a 17 millones de pesos, sobre todo por el incremento en las necesidades de los partidos para efectos de supervisión.

La CNV es un órgano regulado en el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (Cofipe), cuya función central es vigilar la actualización del padrón, la integración de la lista nominal, la generación de la credencial para votar y la actualización geoelectoral.

En 1992 se determinó crear el Conase como un órgano técnico de la CNV destinado a revisar los programas, los proyectos y las actividades del Registro Federal de Electores (RFE).

Al paso del tiempo, las partidas destinadas a ambas instancias han crecido, aunque muchas tareas se dupliquen.

Esta ambivalencia favorece a los representantes partidistas asignados a la CNV, que en algunos casos lo son también de la Conase. Por su desempeño en ambas instancias duplican sus salarios, que son financiados por el IFE.

En los hechos, esa duplicidad ha causado el crecimiento de la burocracia partidista pagada con dinero del instituto, la cual regularmente no resulta afectada por los recortes del Congreso.

La situación ha llegado a un punto que ha preocupado a los consejeros electorales, algunos de los cuales, como Marco Antonio Baños, solicitaron un estudio del funcionamiento y la viabilidad administrativa, técnica y legal del Conase.

En principio, se tiene previsto que en la próxima reunión de la comisión del RFE se presente el análisis al respecto, con el objeto de discutirlo con los representantes partidistas.

A diferencia de la CNV, cuya existencia está dispuesta en la ley, el Conase fue fruto de un acuerdo de la primera, pero el Cofipe no tiene ninguna previsión al respecto.

Los partidos pueden tener hasta cuatro representantes en la CNV, la cual está obligada a sesionar sólo una vez al mes en su representación nacional, y una vez cada tres meses a nivel local y distrital.

El desglose de los recursos para 2010, contenido en el documento que se habrá de discutir en la comisión, señala que de 29.8 millones de pesos, 17.7 millones se canalizan de manera directa a los partidos como apoyos al personal acreditado. Esos recursos se distribuyen de forma igualitaria, independientemente de la fuerza electoral.