Tecámac, Méx., 2 de junio. Diecinueve integrantes de la organización priísta Antorcha Popular (AP) fueron atropellados por un autobús cuando marchaban por la autopista México-Pachuca hacia la Secretaría de Gobernación. Uno murió y 18 resultaron heridos, cuatro de gravedad.

Las dirigencias nacional y estatales de AP responsabilizaron del accidente al gobernador de Hidalgo, el priísta Miguel Angel Osorio Chong.

El contingente de alrededor de 500 antorchistas partió hacia la ciudad de México para denunciar la represión que sufren por parte del edil panista de Tlanchinol, Alejandro Bautista, y caciques de la región.

El percance ocurrió alrededor de las 11 de mañana en la comunidad La Esmeralda, informó la Agencia de Seguridad Estatal.

Detalló que un autobús de la línea Temascalapa, con placas 890HF4, se dirigía a la capital del país y embistió a los manifestantes, al igual que a varios vehículos de la caravana.

La persona muerta fue identificada como Pablo Hernández Medina, de 60 años de edad. Los 18 heridos fueron trasladados a varios hospitales de la zona.

Guadalupe Orona Urías, dirigente de AP en Hidalgo, aseguró que no fue un accidente, pues la marcha iba debidamente señalizada y protegida por elementos de seguridad pública.

El autobús venía sin pasajeros y rebasando por el acotamiento, por donde caminaban los manifestantes. Violó todas las medidas de seguridad, acusó.

En conferencia de prensa, Orona Urías, Maricela Serrano Hernández, lideresa de AP en el estado de México, y Homero Aguirre, vocero de la organización, sostuvieron que el chofer no tenía aliento alcohólico, como informaron las autoridades. Actuó con toda intención, pues eludió a la ambulancia que trató de impedir que fueran atropellados los campesinos.

Agregaron que AP se hará cargo de los gastos médicos de los heridos y del funeral de Pablo Hernández. Hasta la tarde de ayer, una comisión de la organización, acompañada por un grupo de médicos de su confianza, intentaba que los lesionados fueran trasladados a otra clínica, pues en la que fueron internados, en el municipio mexiquense de Coacalco, tiene fama de no atender bien a las personas.